Se deben transparentar los padrones de beneficiarios
Decepcionante, es la palabra con la que mejor se puede describir el mal llamado Informe Presidencial de Andrés Manuel López Obrador de este domingo, que no solo no fue lo que se esperaba sino que por el contrario resultó preocupante de las políticas anunciadas por la administración federal.
En pocas palabras, se trató de aplicar la misma receta que desde el inicio de la Cuarta Transformación se viene aplicando.
No se anunciaron nuevos y diferentes apoyos emergentes para sortear la crisis del coronavirus.
Resultó decepcionante para los micro y pequeños empresarios, que esperaban el anuncio de suspensión de pagos de impuestos, ya que al cerrar o no tener actividad en sus negocios, no tienen recursos para pagar.
Hasta para los funcionarios de primer nivel, desde subdirectores hasta el mismísimo presidente de la república, tampoco les debió hacer ninguna gracia el anuncio de que el gobierno se va a apretar el cinturón y que por ende les van a bajar de sueldo y no les pagarán el aguinaldo a fin de año.
Se esperaba que en el llamado Informe Presidencial se diera un golpe al timón de mando y que incluso se estuvo manejando en las benditas redes sociales el rumor de que se anunciarán cambios y renuncia de secretarios de estado, pero como diría Pancho López, esa también es otra historia que habrá que tratar en próxima Bitácora Política.
Más que un informe de gobierno, se trató de una versión más, de las conferencias mañaneras, en donde todos los días se reiteran los datos de los llamados programas sociales de bienestar, los apoyos a los adultos mayores de 68 años, creando el futuro para jóvenes aprendices, sembrando árboles, pescadores y cafeticultores, vivienda y agua potable.
Según el presidente López Obrador con todos los programas federales, se habrán de crear miles y miles de empleos.
Por cierto, que ya va siendo hora de que se den a conocer, al menos por cada una de las entidades federativas, los padrones de beneficiarios de esos benditos programas sociales de bienestar, para conocer si como se dice hay millones de beneficiados, conocer sus nombres y municipios, porque no vaya a ser que luego, cuando haya un cambio, resulte que no eran tantos los beneficiados y sí muchos los que se mochaban con nombres fantasmas.
Tampoco se van a parar la construcción de los proyectos de la Cuarta T, como el aeropuerto en Santa Lucia, la rehabilitación de las refinerías de PEMEX o la construcción de una nueva en Dos Bocas Tabasco. A Pemex se destinarán recursos extraordinarios por 65 mil millones.
En la danza de los miles de millones de inversión y que se supone generan otro tanto de empleos, la buena noticia es que queda pendiente hasta dentro de dos años, algunos tramos del Tren Maya, hasta que se termine primero el aeropuerto de Santa Lucia. Hará una inversión de 339 mil millones en sector energético.
En el país de las maravillas, con el proyecto del Tren Maya se van a generar 80 mil empleos, con una derrama de 31 mil millones de pesos y 22 millones de beneficiarios, como diría Ripley “aunque usted no lo crea”.
Otra mala noticia para la crisis económica que están viviendo los medios de comunicación, es que se van a reducir los presupuestos de publicidad, porque con las conferencias mañaneras, el gobierno ya no necesita pagar para dar a conocer sus programas y obras, aunque precisamente en situaciones como la crisis del coronavirus tenga que recurrir a difundir sus mensajes por otros canales.
La buena noticia es que según el presidente Andrés Manuel López Obrador para el mes de diciembre todos los pobres -los que logren sobrevivir- contarán con protección.
Otro dato interesante, es que luego del mal llamado Informe Presidencial en su versión dominical vespertina, la aceptación y popularidad del Primer Mandatario, sigue en caía, sin paracaídas, a ver cuánto más aguanta.
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