Pero ese, es otro tema.
Por ahora lo que compete hablar es cómo el aprendiz de secretario, empinó a Lima Franco para que sea él quien apriete a los alcaldes y alcaldesas con no depositarles recursos del estado y de la federación, si estos no entregan sus actas de cabildo certificadas con la aprobación de la reforma electoral votada el 12 de mayo por el congreso local.
Eric Cisneros, ha mandado a traer a los presidentes y presidentas municipales a su oficina, y así se vio el día martes, llegaron 10 ediles hasta su oficina, para ahí cantarles que las actas de cabildo con la reforma electoral aprobada las necesita ya, en la mesa de la presidencia del congreso local, a cargo del diputado local, Rubén Ríos Uribe.
Al hijo prodigo de Otatitlán no le alcanzan los números de actas certificadas, pues apenas 81 cabildos municipales han sesionado, y para el 12 de junio debe tener a los 212 que existen en Veracruz; por lo que emplea un viejo manual que encontró en los sótanos del Palacio de los tiempos del viejo régimen priista.
Este martes por la mañana salió muy molesta de Palacio de Gobierno, a la presidenta municipal de Colipa, Teresa Molina Dorantes, los reporteros la quisieron entrevistar y ella de plano dijo que no, que no podía, y se enfiló con todas sus fuerzas para retirarse de la calle Enríquez.
También estuvieron, la presidenta municipal del PVEM, de Coacoatzintla, Alma Guadalupe Maravert Alba, y el alcalde priísta, de Ixhuacan de los Reyes, José Luis Vargas González, y todos se les vio salir con el gesto desencajado.
Lo que se supo es que Lima Franco no está dando resultados con los alcaldes, así que Eric Cisneros, autoritario como se le conoce, empezó a apretar más la cuña, porque el viernes se le vence el plazo de entregar las actas de cabildo certificadas.
Esta reforma electoral ya fue aprobada por el Congreso Local con 34 votos a favor que le dieron las diputadas y los diputados locales vendidos, pero ahora se necesita que 108 de los 212 cabildos municipales que hay en Veracruz la aprueben, para que después del 12 de junio, el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez promulgue esta ley que echa abajo la revocación de mandato.
Esta reforma tiene cuatro puntos:
1) Reducir al 50% el financiamiento de los partidos políticos para elecciones locales.
2) Las alcaldías, de ahora en adelante, serán de 3 años permitiendo a los ediles la reelección hasta por un periodo.
3) A los ciudadanos se le niega la consulta popular para la Revocación de Mandato de algún representante popular elegido democráticamente.
4) Se amplían las competencias de los consejos distritales y se eliminan los consejos municipales.
La tiene difícil, el secretario Patrocinio Cisneros para poder lograr el consenso de 212 cabildos municipales, por eso, ya le dijo a los alcaldes y alcaldesas, o aprueban la reforma, o la auditora del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), Delia González Cobos y mis súbditos legisladores de Morena, les revisarán hasta el último centavo gastado en las cuentas públicas 2019 y 2020.
Pero el retorcido funcionario fue más allá, ya les advirtió a los ayuntamientos, que ese “Poquito o mucho” apoyo de vigilancia con patrullas de la secretaría de Seguridad Pública (SSP) que dirige Hugo Maldonado Gutiérrez, se les va a acabar, sino aprueban a favor el remiendo de reforma.
Así que ya saben, ¡están advertidos!
Al tiempo.
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