Y es que, a ojos vista, sus acciones de gobierno se han visto ensombrecidas por el fantasma de la corrupción, su inoperancia en materia de seguridad pública y su proclividad al nepotismo.
Hay gotas que fracturan el frágil equilibrio de la fama pública.
Confrontarse con los gobernadores careciendo de personalidad y carisma alguno, no saber como aglutinar las fuerzas políticas en el estado y dejarse mandar por sus subordinados, son prendas que desdoran y colocan entre los últimos lugares de la gobernanza en la república.
Hoy tocó al senador Ricardo Monreal someter a Cuitláhuac al juicio de la historia al sostener que para Morena la próxima jornada electoral se antoja complicada.
“Será difícil el próximo año”, ha dicho.
Insiste en que hay una verdadera preocupación en su partido por “el mal gobierno que han realizado algunos mandatarios, entre ellos el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez”.
La sola admonición de Monreal, uno de los hombres más cercanos a AMLO y fuerte aspirante presidencial para el 2024, corre el velo del por qué de las 13 visitas presidenciales a Veracruz.
Ello, al igual que esa persistencia a apoyarlo, permitirle se blindara atajando la revocación de su mandato, tenerle cerca a las fuerzas armadas, entregarle toda la asistencia médica en esta época de pandemia y voltear la cara ante sus actos de corrupción.
Sin embargo, “Tanto Cuitláhuac García, como otros Gobernadores de Morena son un lastre para la institución política”, insiste el senador.
¿Y los malos gobiernos emanados de Morena? Se le preguntó.
“También. O sea, un mal gobierno en un municipio o en un estado... Las popularidades de Cuitláhuac García en Veracruz; de Miguel Barbosa en Puebla; de Cuauhtémoc Blanco en Morelos, están vapuleados y en las elecciones del próximo año Morena la tendrá complicada en estos Estados”.
López Obrador sabe que su proyecto está en serio riesgo al estar en peligro su tercera reserva electoral, la veracruzana. Son dos millones de votos que podrían entrar en el tobogán dado el evidente malestar ciudadano en contra del gobierno de Cuitláhuac.
“Te digo también con franqueza -insiste Monreal-, ¡Sí afecta! Un mal gobierno que Morena ganó con contundencia y que no ha habido resultados tangibles o no ha habido un proceso armónico en el Estado o en el municipio, por supuesto que afecta porque el voto se refrenda cada tres años y así como te dio la gente el voto te lo puede quitar.
El sufragio en Veracruz consecuentemente está en riesgo debido a la inminente pulverización del voto producto de los partidos en contienda, al sumarse cuatro nuevos a la decena de institutos políticos que habrán de incorporarse a la jornada electoral del primer domingo de junio del año próximo.
No es que nada más jueguen los visibles -Morena-PRI-PAN y PRD- No. El tema es la nueva oferta política en disputa por los 212 municipios y las diputaciones locales y federales.
Consecuentemente la 4T sin la mayoría legislativa ni ciudadana está muerta.
De ahí la preocupación de Monreal Ávila, al revelar que “En Morena, hay una gran preocupación, sobre todo porque el Presidente Andrés Manuel López Obrador, no estará ahora impulsando al partido que lo llevó al poder.
“Para serte franco, a mí, en este momento lo que me preocupa es que Andrés Manuel López Obrador no esté en la boleta el próximo año”.
¿Admite que le preocupa que López Obrador no esté en la boleta?
“Sí, lo admito, y lo digo con toda seriedad; el presidente se ausentó en el 2018 del partido y esa ausencia lo deja sin dirección, sin orientación, sin conducción. Ve lo que es el partido ahora”.
Por tanto, a la luz de la reflexión de Monreal y dentro de sus filas, se estima que Morena podría perder el Congreso nacional -y el estatal en Veracruz-, que de las 15 gubernaturas, 13 podrían quedar en manos de otros partidos y de los casi 4 mil puestos en disputa, un 60 por ciento serían para la oposición.
El tic-tac de la muerte súbita de Morena se acerca llevándose entre las patas al Peje y a su distinguido pupilo Cuitláhuac.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo |