Últimamente los xalapeños ya no vemos lo duro, sino lo tupido, entre la pandemia encima, montones de enfermos de covid 19 cayendo en los hospitales, incluso el velódromo empezará a funcionar como CAME C-19 a partir de ya; los desmanes de los anarcos en el centro de la ciudad, los deslaves por los aguaceros que dejaron a tanta gente sin patrimonio, el cierre definitivo de negocios, Las Corónelas, La Caña y un sinfín de negocios pequeños; con todo eso encima, el pasado lunes la sociedad xalapeña se vio golpeada en lo más profundo de su corazón, con el cobarde asesinato de Lupita Martínez, la rectora de la Universidad Valladolid, hija de don Agustín Martínez Rivera, gente xalapeña de mucho trabajo, que forjaron su patrimonio, como se forjaba uno antes, con el sudor en la frente, una pena muy grande lo ocurrido.
Hugo Gutiérrez Maldonado, el secretario de Seguridad Pública, apareció en la escena del crimen, hubo incluso un operativo de grandes dimensiones con helicóptero incluido, nada surgió de ello, algunas pistas y no más, nadie supo de los agresores y esa noche en muchos hogares xalapeños, nos acostamos con la imagen de Lupita Martínez, sus dos hijos y su esposo, que estarían en esos momentos destrozados por la desgracia.
De parte del Gobierno Estatal, solo un tuit del Secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, en el posteó “Con el apoyo de fuerzas armadas, el @GobiernoVer que encabeza @CuitlahuacGJ esta disminuyendo los índices delictivos en la entidad. Por eso como cada mañana, sesionamos en la Mesa para la Construcción de Paz, donde informamos las acciones realizadas para mantener la tranquilidad”, el tuit fue muy desafortunado, pero seguramente el titular de la Secretaría de Gobierno no conoció a Lupita Martínez, el señor no es xalapeño y para él, fue un muerto más, de los poquitos que ahora hay gracias su Mesa para la Construcción de la Paz, ¡Ándale pues!.
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Ayer en la Mesa para la Construcción de la Paz diaria, la autoridad aseguró que ya hay dos lineas de investigación y que el crimen de Lupita Martínez no quedará impune, el mismo guión, diferente actor.
Como veracruzana, ni siquiera me atrevería a exigir el esclarecimiento del crimen de Lupita Martínez, eso es una obligación de la Fiscalía General del Estado y espero que lo tenga Claro doña Verónica; pero me muero de ganas de salir a las calles a gritar y exigir, al Gobierno pero también a la sociedad, que tragedias como esas dejen de pasar; yo ya no quiero escuchar el pretexto de los gobiernos anteriores, ni que la culpa la tuvo Yunes, Duarte o Fidel, yo como veracruzana quiero ver al Gobierno Estatal con la misma actitud de Omar García Harfuch, que luego del atetado que tuvo, más madreado no pudo quedar, sin embargo en su primer tuit, no le echó la culpa a los gobiernos anteriores, señala a los autores del atentado y eso no es cualquier cosa, luego hasta ahora en las apariciones que ha tenido en redes sociales y medios, el hombre aún hospitalizado y en un estado lamentable, sonríe y enfrenta la situación de violencia en el país, con los calzones amarrados y el guáramo en su lugar.
Cosas de la vida y menudencias
La extradición de Emilio Lozaya a México, trae nerviosos a varios veracruzanos y es que algunos ex funcionarios municipales del Puerto de Veracruz, podrían salir salpicados en las declaraciones que el ex funcionario peñista, podría dar; entre los muchos temas de los que tendrá que dar cuenta este personaje, seguramente saldrá a la luz el caso Odebrech y si mal no recuerdo el organismo operador del SAS, dio por ganador de la licitación por 30 años en una asociación publico privada, a la empresa Odebrech, aquella de la que todos hemos escuchado hablar.
En aquellos años el Contralor Interno del Municipio de Veracruz fue Fermín Cabo Leyva, actual jefe de la licenciatura de economía de la Universidad Veracruzana, a ver si no sale su nombre a relucir, otro que debería de poner sus barbas a remojar es Francisco Díaz Valenzuela, aquel Contralor Interno del Ayuntamiento de Veracruz, que también fue docente de la Facultad de Economía de la Universidad Veracruzana y que fue detenido por la Fiscalía General del Estado, en octubre de 2018, ambos personajes son muy cercanos al director del área Económico Administrativa de la UV Arturo Bocardo Valle, quien debería hacer un acto de contrición con doña Sarita y comentarle de la situación.
Ahora con el borrego que corrió, de la supuesta orden de aprehensión en contra de Vicente Benítez González, salieron a la luz los nombres de Fermín Cabo Leyva y Francisco Díaz Valenzuela quienes fueron los operadores estrella del catemaqueño; luego de ese calambre, se espera que los señalamientos que haga Emilio Lozoya, sean concernientes a como operó la empresa Odebrech, en las aguas de Veracruz y que fue lo que tuvieron que hacer, para obtener una licitación por 30 años, dando un servicio del que todo mundo se queja.
También es probable que los señores Cabo Leyva y Díaz Valenzuela en algún momento, tendrán que explicar cómo siendo Subcontralor y Contralor Interno, avalaron la licitación del SAS a favor de Odebrech y Aguas de Barcelona.
Así las cosas queridos míos, nos leemos mañana.
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