Las imágenes muestran cómo actúan, se desplazan y revisan todo, hasta que de pronto uno, que parece ser jefe de ellos, se percata de una cámara de videovigilancia y como todo ladrón, tratando de no dejar testimonio, le ordena a uno de sus elementos que la destruya.
Lo que no advierten es que hay otra más que graba desde otro ángulo y que, dañada la primera, sigue registrando todo. Se dijo que aparte de los daños materiales, robaron y se apropiaron de mercancía.
Como acostumbra cuando sus elementos delinquen, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) salió a decir que su Dirección de Asuntos Internos investiga el caso.
“Respecto al video que circula en medios de comunicación, en el que se observa a presuntos integrantes de la Fuerza Civil realizando acciones en detrimento del patrimonio de un comercio en el municipio de Sayula de Alemán, la Secretaría de Seguridad Pública informa que la Dirección General de Asuntos Internos realiza la investigación correspondiente”, dijo la SSP en su cuenta de redes sociales ayer por la tarde.
Todavía, en lo que suena a burla, remató: “Continuamos trabajando para garantizar la tranquilidad de los veracruzanos. Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”.
La acción no es nueva y por eso no sorprende; lo que es condenable es que este gobierno dijo que todo iba a ser diferente y que esas cosas se iban a acabar, y con periodicidad puntual informan en las redes que realizan “mesas de seguridad” dizque para proteger a los veracruzanos, e incluso cada que pueden proclaman que han bajado los índices delictivos.
Luego de más de año y medio, hasta la fecha un solo policía denunciado, no obstante los testimonios que los señalan, no solo no ha sido castigado por la autoridad ministerial sino que incluso no se sabe que siquiera les hayan llamado la atención.
Actúan con toda impunidad protegidos lo mismo por la Secretaría de Seguridad Pública que por la Fiscalía General del Estado, es decir, por el propio Gobierno del Estado.
Lo ocurrido el viernes no es más que una muestra patente de que no hay autoridad en Veracruz y que los ciudadanos de bien están a merced de la delincuencia común, de la organizada y de la policiaca.
Los cubanos estaban impreparados
¡Chin! Vinieron cobrando como si se tratara de los Cristianos Ronaldos de la medicina pero su nivel resultó ser de amateur.
Allegados míos que trabajan en el sector salud, en diversas ciudades del Estado, me sorprendieron con su reacción sobre el comentario que hice ayer de los médicos cubanos.
“La verdad, pobrecitos”, me dijeron. Ante mi extrañeza, me agregaron: “La mayoría de los que vinieron enfermaron; no saben manejar pacientes graves”.
Los empecé a reportear entonces, a hacerles preguntas. Quise saber cómo se habían portado. “Bien… muy respetuosos, pero con temor a la enfermedad”.
“Pobrecitos, la verdad, sufrían porque comentaban que allá en Cuba todo es preventivo, que no llegan a este nivel de pacientes. Tenía que entrar personal de nosotros a sacarles el trabajo”.
Poco se supo y se sabe qué hicieron, lo mismo en los hospitales de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río que de los otros lugares del Estado a los que los enviaron, uno de ellos Minatitlán.
Pero qué mejor testimonio que el de los cercanos a mí. Quienes los contrataron y seguramente pagaron en dólares, ¿sabían de su bajo nivel para la especialidad que se requería dada la gravedad de la situación?
Comentando en términos futbolísticos, en lugar de Cristianos Ronaldos resultaron unos verdaderos “troncos”; no fueron la bomba que se esperaba y quedaron en simples petardos.
Pero haberlos contratado y traído no fue culpa de ellos, sino de quienes siguen pensando que la solución a los problemas de Veracruz está en Cuba.
Es cierto que hay lazos de hermandad histórica pero los pueblos, la gente, no son lo mismo que sus gobiernos. Esto lo digo porque me encanta Cuba, la convivencia con los isleños, su música, su gastronomía, su canto, su alegría…
Quienes nos gobiernan parece que no han aterrizado, siguen añorando a Fidel Castro, a su sistema de gobierno, y no se dan cuenta que nuestra realidad es otra.
En este espacio me he referido en diversas ocasiones a los testimonios de escritores como Leonardo Padura –de lo mejor– quienes han desvelado la cruda y triste realidad, el infierno que vivieron pero que muchos –me incluyo– pensamos que era un paraíso.
Ahora que escuché a los míos me expliqué claramente por qué el secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, no se puso en manos de los médicos cubanos, los mismos a los que el gobierno del que es corresponsable los contrató y les pagó como a figuras destacadas.
Sin duda estamos ante un caso de fraude. ¿Se investigará? ¿Se sancionará al responsable o a los responsables?
Cisneros continúa en confinamiento
Sergio González Levet entrevistó para su columna “Sin tacto” al médico gerontólogo Iván Hernández Gutiérrez y le preguntó sobre el tema obligado: el coronavirus.
Le preguntó si se podría dar un segundo contagio.
“No se han comprobado hasta ahora segundos contagios. Tendremos que esperar unos meses para saber a ciencia cierta qué sucede con los pacientes recuperados una vez que pase el tiempo en que seguramente permanecen inmunes, que puede ser de tres meses o más tiempo, dependiendo de cada caso particular. Lo que sí sucede a menudo es que los pacientes siguen sintiendo síntomas hasta durante dos meses, en particular una gran fatiga, porque su organismo quedó muy afectado y necesitan varias semanas para la recuperación completa. Es algo natural”.
El secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos le dijo ayer al portal alcalorpolitico.com que continúa en confinamiento y que para no poner en riesgo a nadie no regresará a sus actividades normales hasta que resulte negativo.
Se le desea que se recupere, aunque sus enemigos políticos del gobierno mismo lo siguen zopiloteando… políticamente: corren la versión que, por si las dudas, tiene el gran pretexto para que si del altiplano deciden sustituirlo diga que ha recaído y que va para largo su recuperación. Suerte, mataor. |