Dante le reclama el llevar la discusión de investigar y juzgar a los expresidentes por la vía de lo ilegal e improcedente y le recalca que la justicia no depende ni de la opinión de las mayorías ni de la suya. ‘La justicia se aplica a rajatabla y sin miramientos. La justicia no se consulta, la justicia se hace valer’, sentencia.
‘Andrés Manuel, someter la aplicación de la ley a consulta pública es un acto de injusticia, perversión y manipulación. Porque la consulta que propones llegará a la Suprema Corte, que cumplirá con su deber de proteger el Estado de derecho y la declarará improcedente porque así lo marca la ley. Sabes perfectamente que ese será el desenlace y en eso radica la perversidad’.
Y pues sí, lo que dice Dante Delgado es cierto y tiene mucha razón -en un primer plano-, mucho de lo que hace el Presidente no es lo políticamente adecuado, pero él –Dante- también lo sabe y lo sabe muy bien, que empujar al Presidente a tomar el camino de la ‘legalidad’ lo llevará al mismo punto, puesto que las leyes actuales fueron hechas para proteger a los hombres del poder.
La visión de Dante es corta, pues ve, o no quiere decir, que no será la SCJN la que falle, al desautorizar la consulta pública para enjuiciar a los expresidentes, sino la misma Ley, puesto que los Ministros de la Corte no harán más que juzgar con base en las mismas leyes protectoras. Pero el paso es necesario, pues las mismas leyes actuales deberán quedar en evidencia para que no haya impedimento para meterle las manos a fondo. El Congreso no tendrá más que ajustarlas, hacerlas más democráticas, imparciales y justas.
Esa será, si lo busca, la ganancia de la 4T.
Pero en términos reales quizá Dante tenga razón bajo su óptica de que el Sistema cometió contra él un atropello. Que Zedillo lo encarceló a la mala sabiendo que sus presuntos delitos en Veracruz habían prescrito. Él sabía que al final saldría libre, pero quizá Dante olvida que para muchos de los veracruzanos de aquel entonces no alcanzó la libertad por ser inocente sino por defectos de leyes vigentes en ese entonces.
Eso es lo que ahora pide Dante, que a los expresidentes se les aplique la Ley ‘a rajatabla y sin miramientos’ para que al final, hasta perdón se les tenga que pedir, no por ser inocentes sino por los defectos mismos de la ley.
Pero desde luego que la tercera epístola de Dante tiene otros puntos y muy interesantes, pero de ello nos haremos cargo en siguientes espacios.
@frlicona
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