PESE A LA PANDEMIA HAY CRECIMIENTO. La tendencia de crecimiento y salud financiera en Veracruz se nota y, sobre todo, lo notan las entidades y calificadoras crediticias internacionales, que dan una nueva calificación al Estado derivada de la reingeniería financiera y la política de austeridad implementadas desde la Secretaría de Finanzas y Planeación, por instrucciones del gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Hay mucho que reconocer a Veracruz en materia económica y uno de los principales artífices de las instrucciones del gobernador Cuitláhuac, ha sido el Secretario de Finanzas José Luis Lima Franco quien explicó que “Veracruz ha alcanzado un crecimiento económico histórico en los dos últimos años debido a la política de orden, transparencia y disciplina financiera implementada durante esta administración, misma que le permitió superar la peor calificación crediticia recibida del 2016 al 2018, información que se puede constatar en la gráfica en donde se plasman las calificaciones recibidas por Fitch Ratings, HR Ratings y Moody´s en le periodo 2014 al 2020”. El aumento en la calificación refleja el posicionamiento alineado del Estado, dentro de la categoría de calificación respecto a otras entidades, como son los estados de Tamaulipas, Colima, Chihuahua y Baja California. Fitch Rating indica que para Veracruz, un impacto prolongado derivado de las medidas de contención del coronavirus y una recuperación económica mucho más lenta que durará hasta 2025 podría presionar los ingresos locales. Si el Estado no puede reducir de manera proactiva el gasto o complementar los ingresos más débiles por el aumento de las transferencias del gobierno estatal, esto puede conducir a una baja. Sin embargo, al respecto, precisamente son las medidas de austeridad iniciadas por el Gobierno lo que hacen que la calificación de Veracruz esté pasando a “estable”, por lo que Fitch subió la calificación del estado de Veracruz a ‘BBB+(mex)’ lo que significa que la perspectiva crediticia es estable y refleja un adecuado sistema de pago y una cobertura real del servicio de la deuda pública, adquirida por administraciones pasadas.
LA EFICACIA EN EL CONGRESO FUERA DE DUDAS Y la lealtad con la 4T debe rimar con ello. En el Congreso de Veracruz todo continua viento en popa y las modificaciones legislativas caminan como relojito y responden a los vientos de cambios que la sociedad veracruzana dejó sentir en las urnas el pasado 2018. Para muestra, un botón. Las diversas reformas realizadas este día al Código Electoral de Veracruz, fueron aprobadas con 31 votos a favor, 14 en contra y sin abstenciones. Sin embargo, el que las votaciones caminen se deben principalmente al liderazgo que mantiene el diputado Presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín, quien incluso tuvo tiempo de enviar un mensaje a los partidos de oposición PAN, PRI y PRD, que sin anunciar una coalición sí dejaron sentir un vergonzoso y cómplice maridaje con el que gobernaron a Veracruz durante años. Sin embargo, de que los hay los hay y dentro de la olla también hay frijoles bayos que se quieren salir del huacal, buscan negociar aguas para su molino estirando la cuerda a ver hasta dónde aguanta hasta que les llega su merecido chicotazo. Es el caso, al parecer, de Ana Miriam Ferráez, a quien a veces se le sube el apellido a la cabeza y pues se le hace bolas el engrudo al intentar romper la unidad interna en Morena, y como diría George Orwell en Rebelión en la Granja “aunque todos son iguales, hay unos más iguales que otros”. Hace unos días Ana Miriam Ferráez se unió a las fuerzas “disidentes” de Morena (que también las tiene) y por eso perdió la vocalía de la Comisión más importante, la Comisión de Presupuesto. El que quiere jugar a las lumbritas a veces suele salir quemado. No se puede comer pinole y tragar saliva. Bien dicen que el frío es muy fuerte lejos de la cima, y cuando se alejan del líder, incluso en el Congreso Local se siente el frío glacial. La lealtad es algo que los morenistas aprecian más que todo. Por algo el presidente López Obrador pide de sus colaboradores lealtad ciega hacia la causa transformadora, y aunque aquí no se llega a tanto sí piden una lealtad franca hacia el compromiso con los que los llevaron al Congreso y sobre todo al reconocimiento de un solo liderazgo, el de Juan Javier Gómez Cazarín cuya mano izquierda es del mismo talante que su derecha.
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