Si pudiéramos hablar de orden dentro de los partidos políticos, el PRI pudiera estar dentro de éstos que guardan un equilibrio dentro de su proyecto como con sus militantes. Agregue que si bien es cierto, muchos han salido de sus filas, el ingreso del grueso de la nueva camada, es de jóvenes, destacando entre ellos la secretaria general del Comité Municipal del partido en Xalapa, Rocío Hagmaier, quien en un discurso puntual, puso como trapeador a la diputada Rosalinda Galindo Silva al exponer ese tema que desde el inicio de su labor legislativa, le viene incomodando: su nepotismo o bien, su influyentismo para que algunos familiares gocen de la sabiduría del Tlacuache Garizurieta: vivir dentro del presupuesto.

O qué decir de Mario Chávez, el otro joven dirigente del PRI municipal de Paso del Macho, que instó al diputado de Morena, José Magdaleno Rosales a que revele los nombres de los diputados que tienen en nómina del Congreso a sus parientes, porque si no, será cómplice.

Agregue que una de las virtudes que se le puede encontrar al PRI de Veracruz en este momento, es que no está centralizado… es decir, no sólo tiene voz Marlon Ramírez, igual la alza Arianna Angeles Aguirre, su secretaria general, que cualquier otro militante… como Hagmaier o Mario…

En el caso del PAN, que es una tribuna abierta para sus militantes, se pudiera hablar igual de orden salvo que… está uno a la expectativa de ver cuándo los “manchados” o los “yunes” (¡o ambos!) asestarán un golpe por la espalda al “Chapito”... digo, ya nos tienen escamados…

Hasta donde he visto, en el PRD estatal, pareciera que sólo dos tienen tribuna: Sergio Cadena Martínez, su dirigente; y Myriam Lagunes Marín… que si bien, ninguno lo hace mal, parece algo centralista, aunque eso sí, hasta el momento, muy contrario a lo que uno pensaría, al parecer al interior las tribus están unidas y eso habla bien de un partido con miras al 2021.

El más discreto de los partidos, Movimiento Ciudadano… aquí, si no respinga Sergio Gil Rullán, MC parece que no se mueve. Cuestión de tácticas… aunque es probable que quizás, por tener ya en claro su posición rumbo al 2021, ir sin alianzas, esté trabajando ya más en sus potenciales candidatos y no tendrá que estar estirando y aflojando como lo tendrá que hacer PAN, PRI y PRD si deciden ir juntos.

Morena es un caso sui generis… todos los días, hay embates contra el Gobierno federal, estatal o en algunos casos, municipal.

Concentrémonos en la aldea. Si bien, casos como el de Hipólito Rodríguez Herrero, alcalde de Xalapa, son indefendibles, el tema del Gobierno estatal debiera ser tema que el dirigente estatal de Morena, tendría que estar atendiendo, quizás respondiendo a un Marlon Ramírez Marín, Chapito Guzmán Avilés, Sergio Cadena y Sergio Gil Rullán… pero no… quizás por una razón simple: en sí, Morena no tiene dirigencia, por un lado, porque aún está por verse quién pueda tomar; por otro, porque el partido realmente está partido. Imaginen qué tan partido ha de estar Morena, que en el último embate de la alianza PAN, PRI y PRD, así como Movimiento Ciudadano, fue dirigida al presidente de la Jucopo por ser el que da la pauta, cuando mínimo, ésos que aspiran a dirigir los destinos de Morena, debieran tomar las banderas que se despliegan en Palacio de Gobierno o Congreso local, donde son mayoría… pero está visto que la aspiración por la dirigencia en el Movimiento de Regeneración Nacional tiene más tintes personales, que las del proyecto de la Cuarta Transformación.

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