Veracruz, el estado que lo tiene todo… bueno, casi todo… ¡menos “apellido”! pero ayer, en San Lázaro, ya se lo endilgaron: “de Ignacio de la Llave”. Un ligero detalle que por muchos años pasó desapercibido en nuestra Carta Guanga (digo, por tanto que la han estirado, alargado, recortado y demás)... hasta que la diputada Anilú Ingram y Rubén Moreira Valdez alzaron la voz…
Para muchos, quizás este detalle parezca intrascendente, porque nadie dice Coahuila de Zaragoza o Michoacán de Ocampo cuando se refieren a estos Estados, o quizás también nadie cite Veracruz de Ignacio de la Llave y puede ser por tres razones: comodidad, ignorancia, o en el peor de los casos, desprecio por la historia. Y es por eso la importancia de darle “apellido” a Veracruz… la diputada Anilú lo expone así: “La entidad veracruzana ha sido cuna de grandes civilizaciones, de hombres y mujeres que han dado su vida por la nación. Uno de estos próceres fue el general Ignacio de la Llave, quien fuera gobernador en dos ocasiones y de quien, por decreto, la entidad adhirió su nombre a su denominación oficial desde 1863. Así, desde hace más de 150 años, orgullosamente nos llamamos Veracruz de Ignacio de la Llave. Hoy, con esta reforma aprobada en la Cámara de Diputados, se honra a este héroe y a nuestra entidad”.
Son 157 años para ser exactos, que a nivel nacional, no se le daba el “apellido” a Veracruz, ni el reconocimiento que se merece este General orizabeño quien encontró muerte de la peor manera que se puede pensar, pero de la única manera con que se puede acabar a un valiente: traicionado por su propia tropa.
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Hay que ser justos… Don Miguel Alemán Velazco, durante su gobierno, fue el primero en enmendar la plana a esa omisión y vía decreto, toda la papelería oficial del Gobierno del Estado de Veracruz habría de llevar el “de Ignacio de la Llave”.
Se le dio la importancia merecida, que hubo una ceremonia en el Teatro del Estado… sí, dicho inmueble igual lleva el nombre del General Ignacio de la Llave y si usted no es de Xalapa, déjeme orientarlo por si un día gusta visitarlo: está en la calle de Ignacio de la Llave 2.
Hay que mencionar que en Orizaba, también está el Gran Teatro Ignacio de la Llave… si bien fue inaugurado durante el porfiriato, tengo la duda de si fue una obra total de dicho Presidente o si cuando fue Gobernador, el General orizabeño lo mandó a construir… también en la Alameda, si la memoria no me falla, en su centro, hay una estatua del ex mandatario.
Volviendo a la ceremonia que es seguro se celebró a principios de este siglo, uno de los oradores en el homenaje al General, fue Juan Felipe Aguilar de la Llave, así es, descendiente del ilustre orizabeño… posterior a ello, se montó Guardia de Honor en el patio central de Palacio de Gobierno donde ahora, una estatua del General Ignacio de la Llave vigila la entrada que da al parque Juárez.
Insisto: la relevancia de este acto, de darle “apellido” a Veracruz, no es una ocurrencia, sino es conceder (o devolverle) a nuestra entidad la importancia que se merece y en un momento dado, enorgullecernos no sólo de nuestra historia, sino de ser historia y más cuando la situación económica, de salud y hasta política, no está a la altura de lo que demandamos…
Mariana Dunyaska intervino ayer en San Lázaro, en tribuna, para anunciar su beneplácito por este evento de suma importancia para Veracruz. Se entiende. Es una de las pocas legisladoras que ha pugnado por darle a la entidad, el lugar que se merece, sobre todo, en el plano histórico. Ya en corto, me dice, con un dejo de frustración:
“Veracruz es un estado que lo tiene todo, ¡todo! menos un buen gobierno... ¡todo!, menos un buen gobernador… ¡todo! menos una buena administración pública que se está olvidando que el Gobierno es servicio y el servicio es por amor a la gente…”, no a un Presidente.
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