NADIE DUDA, que en materia de administración de justicia, en el Estado de Veracruz, las cosas, se hicieron bien.

El Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alberto Sosa Hernández, así los demostró durante el ejercicio de su responsabilidad, de acuerdo al último informe rendido, por lo que corresponde a este periodo de gobierno, donde, por consenso de los magistrados que integran el Consejo de la Judicatura, permaneció representando al Poder Judicial del Estado, por dos periodos de tres años.

La relación de actividades que dio a conocer ayer, mostró, una vez más, que el trabajo realizado en estos seis años, no fue, solamente, el cumplimiento de la tarea que se le puso en sus manos, sino la plena voluntad para servir eficientemente a Veracruz, y en general a los veracruzanos, sin distingos de ninguna clase.

Así, el Magistrado Alberto Sosa Hernández, ha dicho claramente, en su mensaje final, que desempeñado el honroso cargo de Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, fue la parte más importante de su vida profesional. Lo hizo en los recientes años, cuando su paso por el servicio público a favor de la administración de la justicia, ya le había aportado la experiencia suficiente para lograr un buen resultado.

Las palabras de ayer, que constituyeron el mensaje final de su trabajo dieron a conocer al hombre, al servidor público, al responsable profesional que no podía ir en contra de su formación y su gran sentido de responsabilidad inculcado en sus primeros años de vida, dentro del ambiente familiar que le vio crecer.

Sosa Hernández, se congratula de su origen, porque nunca ha rechazado haber venido desde abajo, donde muchas veces las necesidades impiden que alguien pueda destacar en la vida profesional, como lo ha logrado él mismo. Por eso, el mensaje de ayer, fue contundente en los aspectos de su actividad, pero al mismo tiempo, especial para quienes le escucharon, pues sus palabras hicieron eco en todos los asistentes y más en aquellos que han tenido una vida similar, por el origen mismo.

Al referirse al final de su actuación como responsable del Poder Judicial del Estado, Sosa Hernández, afirmó que los seres humanos cerramos ciclos, el suyo, dijo, culmina el último día de este mes. Seguirá dentro del amplio mundo de la impartición de la justicia, pero lo hará en su calidad de Magistrado, responsable en alguna sala del Tribunal

A partir del primero de diciembre, fue muy claro, piensa disfrutar del descanso que como cualquier jornalero, tiene derecho cuando se siente satisfecho de haber cumplido con la diaria tarea. Los logros, las conquistas, los avances y principalmente el empeño para lograr la modernización del Poder Judicial del Estado, quedaron reseñados en cada informe presentado anualmente y donde están contenidas las acciones realizadas a favor de la administración de justicia en Veracruz.

Honesto, como es, el todavía Presidente del Tribunal Superior de Justicia, acepta que de esta actividad que desarrolló durante estos últimos seis años, aprendió mucho, pues las agotadoras jornadas que tuvo que llevar a cabo, le aportaron también un amplio bagaje de enseñanza y sabiduría, lo que le ha servido en varias ocasiones para poder valorar al ser humano, como compañero de trabajo, cuando se comparte la misma responsabilidad y también los mismos resultados.

Hombre  de familia, Sosa Hernández, no dejó de reconocer el apoyo de los suyos, con quienes, sin duda alguna, ha compartido los momentos más difíciles, pero también han sabido disfrutar de  las cosas que aportan la plena satisfacción, porque en su propio universo distingue los sentimientos afectivos que logró construir desde su niñez, como ha sido la amistad y los principios de conciencia, que le han permitido vivir en paz consigo mismo, con el entorno social y en comunión con el ser supremo.

No faltó, sin embargo, la sentencia que le corresponde emitir como buen administrador de la justicia en Veracruz, declarando que la mejor apuesta para construir un verdadero estado de derecho, es cumplir con la ley.

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Y EL MENSAJE DEL Gobernador del Estado, Flavino Ríos Alvarado, fue claro, entendible para todos. Su postura, sin duda alguna, institucional, avaló el trabajo desarrollado en materia de justicia, por el mismo Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura.

Fue un discurso pensado, reflexivo, pero al mismo tiempo, responsable ante los momentos que se viven en Veracruz. Sus palabras, no pudieron estar fuera de contexto, pues supo amalgamar con gran sentido gubernamental el trabajo realizado por el Poder Judicial de la entidad.

Flavino Ríos Alvarado, felicitó al Magistrado Presidente del Tribunal, lo hizo consciente de que la tarea que se ha realizado, fue buena, constructiva y de gran sentido de responsabilidad para servir a la sociedad.

El gobernador del Estado, fue testigo, como lo fueron también los propios magistrados del Tribunal, de los asistentes al  último informe de actividades frente al Poder Judicial, de que las cosas se hicieron bien, cumpliendo exactamente con la tarea legal de dar a cada quien lo que le corresponde, verdadero sentido de la justicia aplicado dentro del marco legal que debe perdurar en Veracruz.

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QUIZA, NADIE LO ESPERABA, pero el Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, sorprendió con la propuesta de buscar los mecanismos necesarios para convocar a la unidad de todos los veracruzanos, que permita, dijo, recuperar la tranquilidad, la armonía y la paz, indispensables para la convivencia social.

Y es que esta propuesta a todos los veracruzanos, se convierte también, en el llamado a todos para lograr que Veracruz, logres su estabilización en todos los órdenes, tanto políticos como económicos, ya que de estas dos primicias es como se tiene que contemplar la recuperación de un Estado, que se visto envuelto en grandes acontecimientos que lo han puesto en la mira de todos los mexicanos y extranjeros.

Sosa Hernández, respalda de esta manera, todas aquellas voces que ya se vienen pronunciando por un Veracruz, más estable, más tranquilo y más feliz.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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