Prosa Aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
 

Otras entradas
2018-01-24 / Foráneos manejarán los recursos de Xalapa
2018-01-23 / Las razones de Sonia Sánchez
2018-01-22 / Rusos contra árabes en Veracruz
2018-01-19 / El tamaño del reto de los candidatos del PRI
2018-01-18 / Hipólito recibe refuerzos de Cuba
2018-01-17 / “Concéntrese en gobernar”
2018-01-16 / Dejan solo al Gobernador
2018-01-15 / ¿Dónde quedó la congruencia?
2018-01-12 / Pepe: En inseguridad estamos peor
2018-01-11 / Ahora, la convocatoria para legisladores
 
.
Inmoral, AMLO dijo inmoral, no ilegal
2018-01-25

Una máxima original de Kelsen dice que lo que no está prohibido expresamente está permitido implícitamente, idea que se resume en que lo que no está prohibido está permitido.


A ese principio recurrió ayer el dirigente nacional del PRD, Manuel Granados Covarrubias, para justificar la intención del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de que sea su hijo del mismo nombre quien lo suceda en diciembre próximo.


Dijo que la Constitución no lo prohibe y que por lo tanto no es ilegal. Su declaración la hizo a su llegada al puerto de Veracruz en respuesta a las críticas de Andrés Manuel López Obrador.  Luego viajó a Xalapa para asistir al registro de Miguel Ángel Yunes Márquez como precandidato a gobernador del sol azteca.


Lo que no precisó es que AMLO nunca ha dicho que sea algo ilegal, lo que ha expresado que es algo inmoral. El tabasqueño se refirió concretamente al tema el pasado 11 de enero cuando visitó la Huasteca veracruzana.


El intento del gobernador lo calificó como un acto de nepotismo y dijo que refleja la crisis de valores que impera en la sociedad así como la degradación que hay en la clase política, especialmente en el PAN. Habló de “descaro” y de “algo nunca visto”.


El domingo pasado, a punto de concluir su segundo recorrido por Veracruz como precandidato, en San Juan Evangelista se tiró a fondo. Expresó que el Frente (PAN, PRD, MC) “impulsa el nepotismo en Veracruz… Es una asociación delictuosa, es una pandilla de oportunistas. Imagínense, quieren dejar a su hijo del gobernador, esto es en el PAN y en el PRD. Es una inmoralidad completa, son muy corruptos”.


Eso, sólo eso dijo, nada más, pero nunca mencionó que fuera algo ilegal.


Ahora esperemos a que llegue Dante Delgado para escuchar que dice con respecto al tema cuando venga para proclamarlo también precandidato de Movimiento Ciudadano. 


¿Operación Delfina Gómez en Xalapa?


El 26 de abril del año pasado la candidata de Morena al gobierno del Estado de México, Delfina Gómez, en conferencia de prensa reconoció que cuando había sido alcaldesa de Texcoco había hecho descuentos salariales a trabajadores del ayuntamiento.


Esa fue su reacción luego de que con documentos probatorios la habían denunciado el PAN y su abanderada Josefina Vázquez Mota.


Ante las evidencias trató de justificar su proceder diciendo que no se había tratado de una medida forzosa ya que empleados de la presidencia municipal habían aceptado voluntariamente donar parte de sus ingresos. Mjú.


En esa ocasión Ricardo Anaya la acusó que había cobrado un descuento salarial de 10 por ciento a los empleados municipales de Texcoco para crear un fondo que estaba destinando a su campaña ya como candidata a gobernadora.


El dirigente panista mostró una carpeta con los cheques y polizas de 70 quincenas donde se comprobaba el descuento-desvío, que en total sumó 13 millones 104,167.45 pesos.


¿Con el asalto de tabasqueños y chilangos a las áreas donde se manejan los recursos del Ayuntamiento de Xalapa, con la complacencia del alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, no se está preparando otra “Operación Delfina Gómez”, o sea, también haciendo su cochinito para las campañas de los candidatos de Morena?


Ya sabemos que todos los políticos son iguales pero estos morenos parecen estar actuando muy burdamente. ¿Alguien en su sano juicio piensa que los foráneos vienen a administrar los recursos de los xalapeños en forma honesta, eficiente y transparente?


Tenía razón el padre Barradas


En “Prosa aprisa” del 1 de junio de 2017, un día después de que habían concluido las campañas de los candidatos a presidentes municipales, dije que todo se había reducido a folclor político, exactamente como ahora.


“Eso y nada más que eso fue todo el escándalo mediático que cerró ayer las campañas políticas”, apunté y agregué: “Como decía Duarte, no va a pasar nada”.


Comenté que a partir de ese día todos iban a recoger sus trebejos verbales para tenerlos listos para las campañas de 2018, o sea para las que están por iniciar.


“El próximo año volverán los videos, las acusaciones, los dimes y diretes y toda la faramalla de nuestros políticos”. Expresé que sólo cambiarían los actores principales y de reparto.


“Lo único que permanecerá igual serán los problemas: la inseguridad, la crisis económica, el desempleo, la pobreza, la falta de obras”.


Dije muy claramente: “Incluso el domingo es posible que haya cambios para que nada cambie, como en el Gatopardo” (el tiempo y el yunismo azul han terminado por confirmar este temor).


Advertí que si Morena ganaba en el Estado de México y la mayoría de las alcaldías de Veracruz, saldría una mafia del poder para que llegara otra.


Acepté: “En la reyerta verbal y mediática que se dio hubo mucho de mentira, pero también bastante de verdad” (como ahora).


Recordé entonces que en la misa dominical del 21 de mayo de ese año, el sacerdote e historiador de la Iglesia católica en Veracruz, Celestino Barradas, había dicho algo muy cierto.


“Pidió a todos los feligreses que vayan a votar, no dijo por quién, pero sentenció: ‘todos son lo mismo’”.


“Por eso recomendó fijarse bien por quién lo harán porque recordó aquel refrán: ponme donde haya que de lo demás yo me encargo”.


Rematé aquel comentario: “Lamentablemente, a nuestros políticos no se les puede tomar en serio y no se les puede creer. Es cierto, todos son lo mismo”.


Hoy lo que estamos viendo en el Ayuntamiento de Xalapa, presidido por primera vez por un alcalde de Morena, parece confirmar el aserto del padre Barradas. Todos son iguales.


Cuitláhuac no para


Mientras, el precandidato de Juntos Haremos Historia a la gubernatura, Cuitláhuac García Jiménez, no para. Ahora anuncia para el sábado la visita a Ozuluama acompañado del escritor Paco Ignacio Taibo II y del historiador Pedro Salmerón. Asistirá como invitado a la conferencia “Ozuluama alguna vez fue heroica”, que tendrá lugar por la tarde.


Y Yunes papá tampoco


A su vez, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares también aprieta el acelerador en la campaña a favor de su hijo. Ayer el presidente de la Canaco local, Gerardo Libreros Cobos, anunció que en la quincena entrante por fin pagarán los adeudos que hay con los empresarios desde el sexenio pasado.


Destacó el papel del negociador por parte de ellos, Luis Palacios Macedo, quien pocos saben que no sólo es hijo de Miguel Palacios Macedo, integrante de la llamada Generación de 1915 o grupo de “Los Siete Sabios de México”, sino que además es conocido y amigo del gobernador desde que eran jovencitos y ambos sirvieron en el gobierno de Rafael Hernández Ochoa. Bien dice el dicho que de algo sirve una conocida en un baile.


Si les cumple es posible que logre votos para su hijo. Y si al gober le apura, en una de esas y se decide a pagarles también a los empresarios de los medios a los que les deben. No dudo que varios o muchos de ellos terminarían apoyándolo y aplaudiéndolo, y adiós crítica.


Américo opta por la experiencia


Pareciera de trámite o intrascendente el nombramiento que hizo ayer el presidente del CDE del PRI, Américo Zúñiga Martínez, a favor de Gonzalo Morgado Huesca como Coordinador de Delegados. No dudo incluso que habrá quienes critiquen o demeriten al nuevo funcionario priista, pero el dirigente estatal optó por uno de los políticos veracruzanos con más experiencia, probado operador, negociador y conocedor como pocos de los grupos políticos que se mueven en la entidad (el gobernador Yunes lo sabe mejor que nadie, pues a los dos los formó Rafael Hernández Ochoa).


Que se sepa, el precandidato Pepe Yunes lo quiso reclutar para que estuviera cerca de él en sus recorridos por el Estado, pero el exalcalde de Martínez de la Torre, exdiputado local y federal y exdirigente estatal del CDE optó por la trinchera, se puso el overol y decidió apoyarlo con trabajo efectivo en tierra, en las bases, lo que hoy ya muy pocas vacas sagradas priistas quieren hacer.


De su experiencia lo recuerdo como una especie de coordinador de giras por todos los municipios del Estado de los gobernadores Dante Delgado (los tres viajamos juntos los cuatro años de su gobierno) y Patricio Chirinos, a quienes guiaba en cada lugar para que hablaran con quienes tenían que hablar y visitaran los lugares que tenían que visitar, porque era una especie de enciclopedia política viviente del Estado.


Si Américo y Pepe lo respaldan bien, y si los grupos políticos de ambos no se cierran y no lo bloquean como se hizo en la campaña de Héctor Yunes Landa con políticos de experiencia que quisieron aportar, les va a dar resultados. 


Héctor trabaja ya… ¡para ser de nuevo candidato!


En 2016 y en 2017 en diversas ocasiones el senador Héctor Yunes Landa proclamó que él nació para ser gobernador… y pretende cumplirlo. 


En medio de la vorágine entre el gobernador, su hijo, AMLO, Cuitláhuac y demás fauna política, ayer asomó la cabeza mediante un boletín de prensa para arrimarle el caballo a Hipólito Rodríguez, de Morena, a quien acusó de haberse contagiado del síndrome “miyulesco” por el mal trato y la violación de derechos laborales de trabajadores.


Héctor, anótenlo, apoya al PRI y a Pepe Yunes como una forma de mantener también presencia entre el electorado porque pretende ser de nuevo candidato a la gubernatura en 2024, según se lo ha hecho saber a quienes forman su círculo cercano. Yo no lo dudo, para nada.

 
Regresar a la Página Principal
Aviso de Privacidad
 
Comentarios
 
En Política al Día nos interesa tu comentario, es por eso que creamos este espacio para tí. Aquellos mensajes que contengan un contenido vulgar, difamatorio u ofensivo, serán eliminados por el administrador del sitio. Leer normas y políticas