Dos figuras públicas están tambaleándose en las delegaciones del IMSS Veracruz, uno que quiere entrar y no llega… y otro que se quiere quedar y le mueven el tapete. 

Si alguien los ve tomando fuertes dosis de Lexotán ni los moleste más, pues ambos están con los nervios de punta. 

De Martín Cabrera Zavaleta, ex alcalde de Orizaba, anunciaron su “inminente” llegada a la delegación IMSS de Veracruz zona Sur. Incluso, medios aseguraron que ya había sido designado el pasado 26 de marzo. Sin embargo, de acuerdo a fuentes oficiales del IMSS zona Sur, hasta este domingo no había llegado a ocupar el puesto. Tal vez le estén dando el coaching en oficinas centrales, pero aún no llega. 

De él, se han dicho muchas cosas serias, por ejemplo, el periodista Roberto Valerde García se refirió a él en su columna “Martín Gaudencio Cabrera Zavaleta, considerado por muchos como uno de los dos peores y más corruptos alcaldes de Orizaba”. 

Por otra parte, el que está adentro pero aferrándose a una brocha, es el ex perredista tabasqueño Candelario Pérez Alvarado, actual encargado del IMSS zona Norte de Veracruz. 

A él, el distinguido periodista Raymundo Jiménez le había dedicado una columna en la que comentaba que no había llegado a cobrar ni siquiera una quincena y ya lo habían removido, aunque posteriormente, al no confirmarse su noticia, haya aclarado que se negó el cambio de Pérez Alvarado. Al respecto escribió Raymundo “En relación a lo comentado el día de ayer en este espacio, voceros del Instituto Mexicano del Seguro Social en la entidad nos aseguraron que de momento no se prevén cambios en la Delegación Veracruz-Norte a cargo todavía del ex perredista tabasqueño Candelario Pérez Alvarado. Sin embargo, otras fuentes, de manera extraoficial, reiteran que pronto habría reacomodos en esta representación estatal del IMSS. Inclusive mencionan como posible sustituto al doctor Jorge González Cortés”. 

Lo cierto es que no hay tranquilidad en las delegaciones del IMSS de Veracruz, y tanto Martín Cabrera Zavaleta como Candelario Pérez Alvarado, están acabándose las uñas a mordidas.