En 2020, las muertes por sobredosis de drogas incrementaron casi un 30% en los Estados Unidos. Se estima que 93,331 muertes el año pasado fueron a causa de sobredosis de drogas el año pasado, esto representa un incremento alto pues en 2019 sólo se estimaron 72,151 muertes por esta causa.
Las muertes por sobredosis empezaron a incrementar en el otoño de 2019 con la propagación del fentanilo, sin embargo realmente despegaron desde marzo de 2020, una vez que se establecieron los cierres provocados por la pandemia mundial y las medidas de distanciamiento social.
Se considera que 57,550 personas fallecieron por sobredosis de opioides sintéticos, primordialmente fentanilo, droga que es 50 veces más potente que la heroina y que además frecuentemente es usada en combinación con otras sustancias ilícitas.
Las muertes por sobredosis de drogas conforman una crisis de salud pública similar a la causada por Covid-19. Además que el número de muertes por sobredosis de drogas, se presentaba mayormente en personas blancas, aunque las defunciones en personas de color, en los últimos años han incrementado.
En Minnesota, la tasa de mortalidad por sobredosis de drogas entre personas de color ha sido casi el doble que la de los blancos en 2019, según un informe del Departamento de Salud.
Las muertes por sobredosis han provocado la reducción de la esperanza de vida que se comparan con la esperanza de vida que había en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial.
Las personas que estaban recibiendo procedimiento por adicción a las drogas o lo querían recibirlo no pudieron hacerlo en las primeras semanas o meses de pandémia, se enfrentaron interrupciones o cambios en el servicio. Algunas otras personas acabaron sin hogar, en la calle, donde tuvieron inconvenientes para acceder al tratamiento.
Se tienen que tomar más medidas para facilitar el acceso a tratamiento a los individuos que lo requieren, hacer que el tratamiento se encuentre disponible en farmacias y clínicas comunitarias, y eliminar los obstáculos en la cantidad de pacientes que los proveedores pueden recetar medicamentos para el trastorno por uso de opioides.
Con información del Wall Street Journal. |