Dijo enfática que no declinará por nadie. Como política, dejó ver que tiene más pasado que presente, debido a que el partido que la apoya es muy débil y sin estructura; pero aunque lo dude, va a sacar un buen costal de votos, pues su estilo es de “plebe”, es entrona, con buena voz y no se arredra, tiene un discurso que va de frente, no cuida sus palabras y suelta verdades con valor. Sabe muy bien que cualquier propuesta que no tenga como punto de partida la inevitable reestructuración de la enorme deuda es pura demagogia. Dijo que de llegar a la gubernatura, se acabarán los eventos de gobierno en los que se gasta más en la promoción, que en los apoyos que se entregan a la población. No es posible, comentó, que haya eventos para entregar dos sillas de ruedas y se gastan un millón de pesos en promoción, sonido, pantallas, sillas y carísimos templetes para que el funcionario no le dé el sol. Aseguró que hay tela de dónde cortar en el gobierno, y no necesariamente de los sueldos de los empleados, pues hay pocos funcionarios que cobran demasiado, y miles que cobran poco y no se vale seguir lastimándolos. |