Los sabios bebedores de café ven una enorme tristeza en las caras de funcionarios públicos que están por dejar sus cargos. Unos porque dan por hecho que con Yunes Linares al frente de Palacio, Pacho Viejo los espera con los brazos abiertos. Pero otros, podría decirse que la mayoría, sufren de fuertes crisis nerviosas a pesar de que ni siquiera se les dio a oler parte de los beneficios mal habidos. Estos sudan porque piensan podrían ir a Pacho, como simples “chivos expiatorios” o por omisión de no cumplir con su deber legal y denunciar lo que sabían muy bien era incorrecto. A los primeros sus canillazos por abusivos y a los segundos por agachados. |