“Se cayó la esperanza. Aquellos que imaginaban que Javier Duarte había entendido el mensaje enviado por su jefe político, el Presidente Enrique Peña Nieto, terminaron resignándose. No ha entendido... ni lo va a hacer… De nada sirvieron las palabras del nuevo dirigente nacional del PRI (¿y el nuevo dirigente estatal, para cuándo?). Duarte insistirá ante el Congreso con su propuesta para la basificación. Es muy probable que los propios legisladores de su partido y los aliados se rebelen, y que detengan la iniciativa…De esto y más trata Filiberto hoy, pase y lea sus Puntos de Vista aquí en Su Sección de Columnas al Día. |