Muy dura la expresión, pero en verdad lo que escribe Ricardo Alemán en Milenio Diario, con relación al tema Veracruz, es digno de mención. A la pregunta ¿Por qué razón se dieron a la fuga Padrés y Duarte? Exclama: Los dos, ¡no tienen madre! “¿Por qué llegar al extremo de exhibir y exponer a sus familias —esposas, hijos y padres— al escarnio público, al ridículo y la burla generalizada?”… Hay algunas opciones sencillas: Duarte se fugó porque es culpable; porque es un ladrón; porque es inocente y no cree en la justicia que él mismo sabe cómo se aplica torcida; o porque se siente un chivo expiatorio de la política y de los políticos que están en la cumbre. Si su fuga se debe a que Duarte no cree en la Justicia o que habrá un “Debido Proceso”… “porque si los servidores públicos del más alto nivel no creen en la justicia —justicia que impartieron en sus estados cuando eran gobernadores—, y si esos servidores públicos dan lecciones de escapismo, impunidad y burla de la ley, entonces todo está perdido”… Y cuando todo está perdido, cuando los de a pie nos damos cuenta que ni siquiera los más encumbrados políticos creen en la justicia, entonces es cuando se configura y sostiene la expresión popular que Alemán hoy destaca: “¡No tienen madre!”. Mucha razón tiene Ricardo al asegurar que “La lección de que es más rentable escapar y negociar, que enfrentar la ley, no es exclusiva del priista Duarte y del panista Padrés”. Caray, la verdad es que en México, con esa aplicación selectiva y discriminarlo de la Ley, en verdad que no tienen madre. |