Lo que se veía venir llegó, el gobierno federal quizá espera que a la gente se le baje por arte de magia la calentura del gasolinazo y regrese a sus casas, pero lo que se ve es todo lo contrario. Enrique Peña Nieto debería escuchar los sonidos de los tambores de guerra que ya se escuchan por doquier. Este día en Veracruz, en los municipios de Coscomatepec y Chocamán, grupos encapuchados vandalizaron y saquearon los combustibles de tres gasolineras en Tetelcingo. En el primer municipio los manifestantes despojaron a los despachadores de las bombas para llenar los tanques de sus camionetas y bidones, e incluso despachar el hidrocarburo de forma gratuita a ciudadanos. En cambio, elementos de la Marina intervinieron en las gasolineras de Chocamán e impidieron el saqueo. Los manifestantes han creado incertidumbre y amenazan con movilizarse hacia las gasolineras de Fortín y Córdoba. Peligroso, muy peligroso, mientras que PEMEX trata de resolver este grave problema con simples comunicados de prensa, grupos de la sociedad parece echarle fuego a la gasolina.
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