Gina Domínguez, Paco Valencia y Mauricio Audirac ya se pasean entre la población general, pueden estirar las piernas y platicar entre ellos y con los demás internos.
Pero Arturo Bermúdez Zurita, ex titular de Seguridad Pública es vigilado día y noche y un elemento de la SSP lo trae a mecate corto, no puede hablar ni con los guardias del penal. Dos cámaras de video, captan todos sus movimientos, cuenta con un desaseado inodoro, un camastro de piedra con una colchoneta. Solo puede hablar con él mismo.
Las rejas doblegan, nada queda de aquel soberbio, altivo y con desbordado poder.
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