La pregunta esencial a los candidatos a la presidencia es cómo resolverán la gran inconsistencia del modelo económico del libre mercado que por un lado lleva a un pequeño grupo de mexicanos a la prosperidad, que los hizo competitivos a nivel internacional y mucho más ricos de lo que eran y por otro lado al lacerante número mayor a 50 millones de mexicanos en pobreza extrema.
¿Falló el modelo? No… ¿Fallaron las reformas estructurales? No… Falló el Estado que no ha sido capaz de redistribuir los beneficios de la bonanza y no protegió a quienes cargan en sus espaldas la responsabilidad de mover el aparato productivo.
Falló el Estado en la seguridad y certidumbre que debía dar a la sociedad en sus vidas y patrimonios, en educación y salud de calidad y el acceso a un ambiente sano.
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