Los amantes de la democracia pegaron de gritos ante la destitución ‘injustificada’ que hizo el subprocurador jurídico de la PGR, Alberto Elías Beltrán, del Fiscal Especial en Atención de Delitos Electorales (Fepade), Santiago Nieto Castillo.
‘No tenía facultades’, ‘El Senado lo nombró’, ‘No se le dio derecho de audiencia’, ‘No se detalló qué hizo para merecer la destitución’.
Esas, y otras, fueron las voces espetadas por numerosos analistas políticos nacionales, quienes relacionaron la ‘destitución’ con el caso Odebrecht y su relación con PEMEX y Los Pinos.
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Ante la ambigüedad, senadores perredistas y panistas objetaron el cese de Nieto en conferencia de prensa conjunta y calificaron la medida como “extrema” y “desproporcionada”. ¡Vaya! Casi lo elevaron a rango de héroe o mártir.
Pero ahora que Santiago Nieto se une al equipo político de MORENA y López Obrador, muchos de esos analistas solo recuerdan a Nieto Castillo como quien “transgredió el Código de Conducta de la Procuraduría General de la República”… ¡Vaya! Un villano.
Ni modo, el que paga manda. |