¿Cuál fue la reacción del Ayuntamiento ante el ofrecimiento del Gobierno del Estado? ¡Fácil! Que “extrañas fuerzas” enviaron a trabajadores de Limpia Pública a manifestarse frente al Palacio de Gobierno y luego fueron al Congreso Local a llorarle a los diputados de Morena la falta de atención.
No hay confianza entre ambos: ni Hipólito cree en Yunes, ni Yunes cree en Hipólito… y a estas alturas los xalapeños no creen en ninguno, pues mientras ellos siguen trenzados en una estúpida guerra de odio y rencor político, la Capital sigue inundada de basura y llena de baches.
Lo menos que se ve en Hipólito es el oficio político; solo genera problemas que luego no sabe o no quiere resolver.
Tal vez cuando llegue Cuitláhuac García todo se resuelva definitivamente… pero Xalapa no puede esperar dos meses. Si no pueden, ya renuncien.
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