Por ejemplo, para la simio los dos montones podrían tener significados menos obvios, como por ejemplo, los que son libres de ir y venir frente a los que siguen encerrados; puede que estuviera diciendo que prefería estar entre la gente libre… o tal vez solo quería complacer a su guardiana diciendo que se parecían.
En cualquier caso, muchas veces lo obvio no siempre es la única opción.
En Veracruz en el intrincado problema del Fiscal Jorge Winckler podríamos resumir el asunto a la obviedad de que él no renuncia porque su jefe Yunes Linares se lo manda y que el Congreso lo quitará porque ha modificado la Ley.
Sin embargo, siendo cautos hay muchas opciones adicionales y aristas, como por ejemplo la conveniencia para Veracruz de experimentar con un Fiscal que -por fin- no sea “carnal” del Gobernador y que se garantice así su autonomía. O la otra, que no sea instrucción de su exjefe sino simples ganas de joder al de enfrente y montarse en el macho de “no me voy, no me voy y no me voy”.
¿Realmente pierde Veracruz con la permanencia de Winckler? ¿Realmente ganaría Veracruz si lo quitan y ponen a un Fiscal “a modo”?
Como en el experimento del chimpancé, la opción más obvia no siempre es la más cautelosa ni la más adecuada. Detengámonos un momento a pensar y veamos qué sería lo mejor para Veracruz. |