Con decirle que ni al diputado Sergio Hernández, líder de la bancada del PAN dejaron pasar.
El personal de seguridad, con una desconocida fuerza de gorilas y caninas, se puso macho y no dejaron entrar a nadie que no tuviera algo que ver con la audiencia. Incluso a un abogado del equipo de Jorge Reyes Peralta le dieron una tremenda mordida en un brazo que de inmediato le inyectaron una antitetánica ampolleta.
Y pueden tener razón en no dejar pasar a la prensa, pero, ¿A los diputados? No manchen.
Canillazos para el diputado Rubén Ríos, presidente de la Comisión de la Comisión Instructora por causar tanto alboroto, y canillazos para el Congreso en general, pues en lugar de estar llevando de forma aséptica este histórico Juicio Político, están permitiendo que todo sea un circo y arrabal. |