A tres meses el IPE no respira, agoniza, se muere. Barcelata resultó un fiasco y Daniela para allá va

Daniela Griego Ceballos como directora del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), sigue aferrada y viviendo del discurso de oro que encontró como diputada local en los expedientes privilegiados y secretos del IPE.

En los últimos meses pasó, como se dice en el argot, “de borracha a cantinera”, pero con el mismo discurso y diagnóstico. Seguros estamos que en un hipotético informe que diera el gobernador Cuitláhuac García por sus primeros 100 días de gobierno, el espacio del IPE se quedaría en blanco. 

No se le exigen resultados aún, pero cuando menos sí que se sepa cómo piensa darle solución al problema del IPE y sobre todo a los miles de dependientes de este importante organismo de los trabajadores al servicio del estado.

Para eso cobra, y muy bien por cierto. Para eso es hoy por hoy la experta y conocedora de los males del enfermo, el casi muerto IPE. Pero no hay acción. 

En tres meses ni una solución más que la que le llega cada quincena desde SEFIPLAN, no hay soluciones, ni esperanzas, solo le acumula más mugre a un Instituto en coma. 

Si hubo problemas con los anteriores Directores o hay mugre, ella tiene la obligación de denunciarlos penalmente y avalar su candente discurso.

Pero lo urgente y fundamental es aplicar las medidas para que el enfermo sane. Medidas que sus antecesores tampoco supieron dar por más fama de expertos financieros de la que llegaron precedidos. 

Hilario Barcelata resultó un verdadero fiasco… Daniela va por el mismo rumbo.

(Se cometió un error en esta nota y se había puesto el nombre y la foto de Tanya Carola Viveros en lugar de Daniela Griego Ceballos. Cosa que ya se corrigió. Una disculpa para la ex diputada).