Sin embargo, después de 2 años Yunes Linares entregó -para sorpresa de muchos y entripado de otros- un estado con crecimiento económico del 2.0% (justo en el promedio nacional del 2%).
Durante el primer trimestre 2018 la economía seguía a la baja con un -1.92%, sin embargo, los últimos tres trimestres fueron positivos. El segundo con 1.83%, el tercero con un 5.11% y el cuarto con un 3.20% (estos últimos por encima de la media nacional).
Con estos datos se puede afirmar que heredó Yunes Linares a Veracruz un estado en crecimiento.
Las nuevas autoridades estatales aseguran que Veracruz quedó hecho un cochinero, sin embargo las últimas mediciones trimestrales publicadas por el INEGI demuestran lo contrario.
Al final del día los números son fríos y son los que pueden dar una radiografía plena de la situación financiera de Veracruz. Es cierto, Yunes Linares dejó un desagradable sabor de boca en cuanto a gobernabilidad pero, aún así, Veracruz creció.
Ojalá esto sea el piso para el crecimiento económico del Estado y que con Cuitláhuac García Jiménez sigamos creciendo y cumplamos la expectativa presidencial de crecer al 4% anual. |