En su columna Alma Grande Ángel Álvaro Peña analiza con lupa el Memorandum del Presidente López Obrador en el que precisa la esencia de lo que significa ‘erradicar la corrupción’.
‘Cualquier error o incumplimiento repercute en todos los medios haciendo eco y señalando a los infractores, que deben mostrar la diferencia entre pasado y presente, de tal suerte que el nepotismo que caracterizó a viejas costumbres de la política mexicana ahora sea desterrado por convicción y no por obligación’, puntualiza Ángel Álvaro Peña.
‘El Memorandum amplia el espíritu del artículo 8 Fracción XIV de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, en el que se considera grave contratar familiares’.
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El Presidente incluye en su memorándum a “…esposa, hijos, hermanos, hermana, primos, tíos, cuñados, nueras, concuños y demás miembros de mi familia cercana o distante”. Es decir, que no sólo aquellos que tengan un apellido igual sino todos los que pudieran tener lazos familiares. Un concuño, como hace alusión el Presidente, rara vez podrá tener un apellido igual; sin embargo, así lo considera el Jefe del Ejecutivo como parte de la corrupción, influyentismo, amiguismo, nepotismo.
‘Al presidente no se le puede engañar’ Y, menos con tecnicismos leguleyos.
Pero no le platicamos más, pase aquí: http://bit.ly/2KV9bB2
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