Lo anterior se desprende de lo que apunta el periodista Raymundo Jiménez en su columna de hoy, en la que explica que la opacidad de Yunes Linares obedeció a su perverso plan de reestructurar la deuda por negocio, para lo cual contó con la asesoría de Jesús Villalobos, su ex operador financiero en el ISSSTE.
Menciona Raymundo que ante la opacidad de Yunes, el gobernador electo Cuitláhuac García hizo una declaración tronante al anticipar que sería revisado el proceso de renegociación, ya que le habría generado a Yunes una presunta ganancia de ¡900 millones de pesos!… y a quien la operó otro poco.
Una operación como la realizada por Yunes Linares, carente de libre competencia, permitió que las sobretasas de intereses fueron sumamente elevadas, por lo que dicho esquema de pago (amortización) amenazaba con castigar severamente las finanzas de la siguiente administración estatal.
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