Sentencia por demás benevolente y extraña, a decir de expertos en la materia y por la Fiscalía estatal, pues el juez dejó de tomar en cuenta -según ellos- la agravante en el delito, por el cual el sentenciado hubiera merecido prisión de 12 a 40 años y una multa de hasta de 5 mil días de salario mínimo según el Artículo 183 párrafo segundo del Código Penal vigente en el momento en que se cometió el delito y no la prisión de 5 años y la ridícula multa de tan solo 70 pesos que se le impuso.
A pesar de que la Fiscalía apeló la sentencia jurisdiccional por no considerar la agravante, el Tribunal mantuvo la sentencia y la multa pírrica antes señalada.
El escándalo fue mayúsculo. El caso olió y sigue oliendo a corrupción, tanto que la Judicatura Federal destituyó al Juez Federal Anuar González Hemadi por actuar en contra de constancias y errores inexcusables en el caso en el momento de conceder el amparo de la Justicia al inculpado.
Es por ello por lo que la investigación anunciada por la Judicatura de Veracruz podría ir en el mismo sentido contra el Juez Rubén Adrián Romero Maldonado, quién dicto la cuestionada sentencia aludida, pues los malos antecedentes que tiene en su hoja de servicio no son tan limpios que digamos.
Para muestra, un botón. En el 2018 este Juez fue denunciado ante la Fiscalía Especializada en Delitos Relacionados por Hechos de Corrupción Cometidos por Servidores Públicos por abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y probable asociación delictuosa en el ejercicio del deber legal y abuso de poder en agravio del comerciante Jorge Raúl Peraza, expediente 690/2018.
Este caso y la intervención de la Judicatura de Veracruz significa una esperanza para la joven agraviada y la sociedad veracruzana y sentará un precedente para que jueces que han hecho de la ley su gran negocio se apeguen a lo que manda la ley y el debido proceso, al mismo tiempo que dará confianza de la sociedad en la Justicia y que se acaben esas versiones de colusión entre jueces y magistrados del Poder Judicial de Veracruz. |