Expuso que quiere ver al ORFIS en los próximos 7 años como un organismo “moderno, eficaz y preventivo”. Así que por el lado de las buenas intenciones no difiere mucho de los otros aspirantes que han expuesto sus ideas en Otero Ciudadano.
Sin embargo, a pesar de dejar muy en claro que desea mover conciencias con su trabajo para que la institución le sirva a la sociedad y cumpla con los fines para los que fue creada, quizá su visión de contador le haya impedido hablar, exponer y darle mayor peso a los cambios radicales de legalidad que la institución requiere. Y esto, dicho sea de paso, es algo que le ha faltado exponer y profundizar a todos los aspirantes que hasta el momento han alzado la mano en pos del ORFIS.
El ORFIS carece de dientes, es tan solo un brazo técnico del Congreso en donde la especialidad es la negociación política. Así que, de llegar Gutiérrez de Velasco, o cualquier otro, sin que los diputados se comprometan a realizar las modificaciones legales de fondo que el ORFIS requiere, ¡Nadie! Ni él ni los demás aspirantes podrán mejorar lo que han hecho hasta hoy los anteriores Auditores Superiores.
Las buenas intenciones cuentan, pero no son suficientes para lograr lo que Veracruz exige. |