1.- El ORFIS no es un Órgano Autónomo pues es tan solo el brazo técnico del Congreso. Es decir, el titular del ORFIS tiene un jefe y no es precisamente la ciudadanía.
2.- En el Congreso tampoco deciden los ‘representantes’ populares, sino los líderes de los partidos políticos en la famosa Junta de Coordinación Política, JUCOPO; es decir, los Partidos Políticos y el gobernante en turno son quiénes, en aras de la gobernabilidad, negocian y finalmente impondrán al titular.
3.- En la JUCOPO se decide -y no en el ORFIS- quién debe ir o no a la cárcel por infringir la Ley. ¿A cuántos exalcaldes y exfuncionarios se han encarcelado desde que el ORFIS es ORFIS? Muy pocos, ¿verdad?
4.- Da la casualidad de que en la JUCOPO quien siempre ha mandado es el gobernador en turno y hasta hoy, quien diga lo contrario puede pecar de ingenuidad.
Así que el proceso de elección del titular del ORFIS en realidad no se trata de currículos impresionantes ni de capacidades personales, sino de quien quiera y mande Cuitláhuac o a quien desde el Palacio Nacional designen.
Pronto deberá conocerse la terna y posiblemente se dirán los méritos de cada uno de ellos, pero lo interesante y justo sería conocer cuáles fueron las razones para no haber elegido al resto de aspirantes rechazados. Ahí estará el quid del asunto. |