Miguel Ángel Yunes Linares diagnosticó que Veracruz era un paciente en terapia intensiva, pero no lo sacó de ahí, la dejó igual y, lo peor, con una desventajosa y costosa reestructuración de la deuda pública y sin recursos.
Así, el reto de la administración de Cuitláhuac García Jiménez era casi imposible de vencer. Así que primero se le marcó un alto al desorden y se hizo lo que se debía, con tal precisión que a un año de distancia las finanzas han mejorado diametralmente.
La mano firme y experiencia de José Luis Lima Franco, titular de Sefiplan, lograron revertir las tendencias y modificar positivamente el diagnóstico de las calificadoras internacionales. Por ejemplo, en las calificaciones del mes de octubre 2019: Moody’s en un solo año le ha reintegrado a Veracruz 6 de los peldaños perdidos; HR Ratings 2 y Fitch Ratings uno, en un rango muy importante que pasó de un BBB negativo a un BBB positivo.
Es decir, las finanzas están de nuevo donde debían estar siempre, más fuertes, sólidas y transparentes, de tal modo que los inversionistas nacionales y extranjeras ahora les será mucho más atractivo ubicarse en Veracruz.
Una cosa es la grilla y otra los números fríos, los cuales no mienten: en Finanzas Veracruz va bien. |