En las farmacias del ISSSTE en la capital veracruzana, por ejemplo, no se surtieron medicinas a los derechohabientes desde el pasado 22 de septiembre hasta el 8 de noviembre. Se dijo que por inventarios, lo cual jamás había ocurrido.
Quizá la razón esté en que luego de 12 meses, arriba apenas se dieron cuenta que en las clínicas y hospitales de esas instituciones en los estados las cosas han estado para llorar.
Declara hoy, por ejemplo, el director del ISSSTE Ramírez Pineda, que están estableciendo en las clínicas y hospitales un nuevo modelo de atención para dar prioridad a una rigurosa exploración médica y humanización en el trato por parte de los trabajadores administrativos, enfermeras y doctores, es decir, apenas se dieron cuenta. Han sido 13.3 millones de afiliados al ISSSTE que han recibido 12 meses de falta de empatía y de conexión entre médicos y pacientes.
Es más, afiliados que han vivido en carne propia pésima atención y la falta de medicamentos, programación de citas y operaciones hasta para 3 o 4 meses por falta de quirófanos y espacios no descartan que pueda ser verdad la falta de medicamentos y recursos pero tampoco la existencia de un boicot a la 4T de parte de los propios empleados de estas instituciones.
Quizá por ahí debieran empezar Zoé Aburto y Ramírez Pineda, porque el cambio ya se mira como un doloroso retroceso. |