Por lo que toca a los gastos, podemos notar un aumento de 4,4% respecto del 2019. Este aumento sin embargo, contrario a lo que la lógica callejera nos indica, no está orientado a los gastos para la atención de la pandemia que nos azota, vaya ni siquiera al sector.
¿Dónde se concentra el aumento en el gasto? Fundamentalmente en los “programas prioritarios” de esta administración, tales como las Becas “Benito Juárez”, el mal llamado “Tren Maya”, “Jóvenes Construyendo el Futuro” y el “Apoyo a Microempresas” (los famosos prestamos de 25 mil pesos). Cabe destacar en este último rubro, que la meta que se fijó para este tema eran 2 millones de apoyos y en realidad se entregaron alrededor de 810 mil.
Hay varios temas que podríamos destacar de este informe. Por ejemplo, en el tema de los ingresos llama la atención sobre manera observar que a pesar de los sistemáticos ataques de este gobierno a lo que llama la “Etapa Neoliberal”, el primer semestre fue salvado en virtud de los 50,000 millones de pesos de los “ahorritos” diseminados en fideicomisos varios. Va un ejemplo, el satanizado Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, aportó cerca de 22,000 millones a los recursos de los que dispuso la SHCP en este primer semestre.
En cuanto a gasto, no se puede dejar de observar que en materia de salud, se ha ejercido solamente el 44% del presupuesto. Hay que recordar que al ramo le fue asignado casi un 10% menos que en 2019, sin que se contemplen ampliaciones presupuestales para atender las necesidades que ha generado la Covid 19.
Finalmente, como dice la sabiduría popular “Dime como gastas y te diré como eres”. La caída de los ingresos petroleros y tributarios es preocupante, estamos viviendo prácticamente de los ahorros. Si bien el gasto público creció en rubros como Economía y Turismo, este no está focalizado a la reactivación del aparato productivo, sino a programas con un gran sesgo ideológico, sino de franco tinte electoral.
Hoy mismo se anunció que el FMI activó sus líneas de crédito para varios países con solamente tres puntos como exigencia en el destino de los recursos: 1. Para inversión en Salud; 2. Protección a personas y sectores vulnerables y 3. Que ese gasto sea auditado. ¿Podría cumplir la autollamada 4T con estos requisitos?
Pd. Mi reconocimiento a la trayectoria en el servicio público de Don Fernando Charleston Salinas, que hoy culmina su encargo como Magistrado en el TSJ. Fuerte abrazo.
Lo anterior es una perla de Rogelio Barrios, colaborador especial para temas políticos nacionales. |