Si así fuera el caso la invitación debió ser congruente, debió indicar “pueden viajar, pueden hacer reuniones, siempre y cuando sea con familiares muy cercanos”, y ya, tan tan. Pero no, el problema siempre es el doble discurso.
El problema es pedir en las medidas sanitarias el uso del cubrebocas y aparecer cada que se puede sin él.
Nadie en su sano juicio puede escamotearle siquiera que se tome unos días de descanso. Pero bien pudo quedarse en casa, con su familia nuclear, como millones de mexicanos lo hicimos.
Cientos de miles no pudimos ver a nuestros seres queridos y el único contacto realizado fue a través de videollamadas. Y se hizo así no sólo por la autopreservación, sino también por la responsabilidad social que nos indica que no es prudente seguir esparciendo el virus. Pero enfrente tenemos a una autoridad sanitaria que dice una cosa y hace otra.
Lo curioso es que es la primera vez que se le capta vacacionando en lugares públicos a López-Gatell, y muy coincidentemente cuando en México ya se están aplicando vacunas. Si es que ya se vacunó, ah bueno, entonces otro gallo cantaría y entonces sí, que vaya el señor a donde guste, pero si no es así, no hay congruencia.
Aquí el problema es que se quiere minimizar el hecho a que no llevaba cubreboca, y no es así, sino al hecho de que nos piden reclusión y aislamiento y los gobernantes son los primeros en hacer lo que se les antoja. |