Esta mañana en los cafés de la capital los sabios bebedores del aromático veracruzano se preguntaron ¿Qué tan atractivo resulta en estos tiempos pertenecer a los equipos de campañas de aspirantes a diputaciones locales y federales de oposición?
En principio concluyeron que ningún atractivo político ni económico. Y es que aunque los candidatos de oposición ganen, a muy pocos o a ninguno de sus ayudantes en campaña podrán colocar en alguna chamba en el Gobierno del Estado como antes se hacía. Pertenecer al equipo de campaña de un candidato ganador les abría las puertas del paraíso, era entrar al círculo de los que podían mover dinero público a su antojo (amén de las canonjías y regalitos que recibían por ‘gestionar´ algún servicio público). Aunque en la campaña no recibieran pago alguno y se tuviera incluso que poner sus propios recursos, valía la pena para muchos. Era como una inversión para que los pusieran donde había.
Pero ahora, supongamos un candidato que gane una curul en San Lázaro o en el Palacio de la Calle Encanto, apuradamente podrán darle empleo a uno o dos de sus ‘apoyadores’ de campaña. La moda es que a los diputados que entran, le es asignado personal sindicalizado, como chofer, secretarias y asesores. Es decir, la ‘manga ancha’ que había se acabó.
|
Así que todos aquellos que hoy le invierten tiempo, dinero y esfuerzo, poco podrán sacar de ello, y júrelo que de su bolsa los nuevos diputados federales o locales no sacarán para ‘apoyar’ a quienes les ayudaron para crecer en sus carreras políticas.
La pregunta es: ¿Lo sabrán todos aquellos que hoy le talonean e invierten desde sus nombramientos de coordinadores de campaña, jefes de prensa, fotógrafos, camarógrafos, movedores de redes sociales, jefes de logística y tropa en general? Muchos de ellos, quizá la mayoría, se quedarán viendo visiones cuando busquen al señor o señora diputada y ni siquiera les reciban las llamadas, y a los que sí les contesten, será para decirle que esperen a que sean gobierno.
Y es que siendo oposición ya no tienen el poder de antes, el atractivo se ha perdido. Las inversiones en estas chambas ya no son rentables. A menos, claro, que en el 2024 logren vencer a MORENA, pero esa ya es otra historia.
Así que los canillazos del día son para aquellos que nunca pensaron en perder el poder y que ser parte del equipo de campaña en la oposición ya no es tan redituable como antes. |