Moody’s señaló que es “importante destacar que Veracruz ha mostrado mejoras en las prácticas de administración y gobierno interno, que han logrado respaldar los superávits y mejorar la liquidez. El aumento de los gastos se ha mantenido por debajo del crecimiento de los ingresos en los últimos cinco años, lo que se refleja en balances operativos positivos que promediaron el 7.3% de los ingresos operativos en 2019 y 2020, y Moody's espera que el estado pueda mantener superávits operativos de 4.8% en 2021 y 4.6% en 2022, incluso ante una desaceleración del crecimiento de las transferencias federales”.
Lo anterior no se logra solo con saliva, sino con hechos y con los resultados derivados de la política de austeridad.
Se destaca que los niveles totales de deuda en Veracruz siguen siendo altos en comparación con otros Estados del país. Eso no se puede negar, sin embargo, los costos del servicio de la deuda siguen siendo manejables sobre todo después de las reestructuraciones de la deuda realizadas en el 2019 y el 2020.
En Veracruz han habido mejoras sostenidas en las prácticas de administración y de gobierno interno, lo que es un factor clave que determina el cambio de perspectiva de las calificaciones de emisor a positiva desde estable.
En materia financiera, Veracruz va bien. |