El caso se puede complicar pues aunque se repare el daño y se reintegren los cientos de millones de pesos que se le deben al fisco, ni siquiera eso da la seguridad de que la orden de aprehensión sea retirada pues sería atribución de Hacienda el retirar los cargos.
Hay quienes románticamente defienden al cachorro de la revolución, pero la empresa de Miguel Alemán y Miguel Alemán Magnani efectivamente cometió un ilícito. ¿O a poco cree Usted que los altos directivos de Interjet dejaron de cobrar sus sueldos? Primero cobraron y luego, de lo que quedaba, le quisieron pagar a Hacienda.
Todos los resquicios de la Ley y las artes leguleyas serán aplicadas, porque poderoso caballero es Don Dinero. Cualquier otro hijo de vecino, que no tuviera la fortuna de huir, cof cof, perdón, de cambiar de residencia a otro país, ya estaría en estos momentos cuidando su jabón en cualquier cárcel mexicana.
¡Caray! Bien dicen que el karma es implacable. ¿Cuántos en Veracruz no tienen la idea de que esa empresa de Interjet se creó con dinero público, dinero de los veracruzanos? Muchos lo piensan, lo puede usted comprobarlo con una sencilla encuesta en cualquier café político de Veracruz. No son pocos los que piensan que los 3,500 millones de pesos en deuda que heredó Alemán al Gobierno de Veracruz, se fueron derechito a la compra de aviones.
Pero Interjet fue una fruta que se les fue pudriendo en las manos a la familia Alemán. Ya desde el año pasado se sabía que Miguel Alemán y su hijo, estaban en serios problemas financieros por Interjet, mismos que se recrudecieron cuando, debido a la insolvencia de la aerolínea, el Servicio de Administración Tributaria embargó una residencia del ex gobernador de Veracruz y colocó los sellos de embargo precautorio en la residencia de Alemán, ubicada en Polanco y sede de la Fundación Miguel Alemán Valdés.
Alguien pagará los platos rotos por ese ilícito, pero primero se irá hasta la recepcionista de Interjet, antes que los Alemán pisen la cárcel. |