Adriana Medina hubiera podido votar en cualquiera de las modalidades reglamentarias del Congreso. Pudo votar a favor, en contra o pudo haberse abstenido… o simplemente pudo seguir la línea política de su partido de votar en contra, como lo manifestó Dante Delgado que había sido el acuerdo de ese partido.
¡Pero no! La diputada Adriana Medina prefirió irse por los sótanos y las cañerías inventando una enfermedad que no tenía y así evitar votar. Para justificar su salida del recinto echó mano de una prueba falsa de Covid-19, lo cual, como siempre sucede, la mentira duró hasta que la verdad llegó.
La activista Fernanda Betancourt de inmediato le echó abajo el teatrito a la diputada federal Adriana Medina, al publicar en redes sociales (@FerBetacourt9) que los resultados de la “prueba” presentada por la diputada federal Emecista era falsa y que al documento exhibido sólo le cambió la fecha a los que presentó en noviembre del año pasado, cuando se contagió de Covid-19.
En el análisis del documento presentado por la diputada Adriana Medina, la activista Fernanda Betancourt escribió que ambas pruebas tenían la misma hora y el mismo folio. “La diputadas es muy puntual al irse a tomar la prueba, casualmente ambas fueron tomadas a las 9:32 AM y el folio de ambas pruebas es el mismo. Una prueba es del 2020 cuando le dio COVID y la otra la presentó hoy para no ir a votar”, escribió Fernanda Betancourt.
Así, a la diputada federal Adriana Medina se le cayó el teatro e hizo quedar muy mal al Senador veracruzano Dante Delgado Rannauro, quien ayer mismo salió al paso del tema y dijo que confiaba plenamente en los legisladores de su Partido.
¿A quién benefició finalmente la mala acción de la diputada Medina? Solo a su partido y a sus compañeros legisladores del Partido Movimiento Ciudadano, pues si en un caso tan simple se atreven a hacer trampas, qué será de otros tantos casos que deben ser votados en el Congreso de la Unión.
|