El escaneo fue intenso y de plano no salió bien librado el Senador. Y ni modo de pensar en fuego amigo o culpar a sus enemigos políticos del Estero, quienes en la refriega nacional también salieron afectados, pues Indira Rosales San Román (a quien ellos impulsaban para tener la entrada libre a la dirigencia estatal del PAN como Secretaria General) también salió embarrada por el desliz político de Julen.
Es decir, la fórmula integrada por Tito Delfín e Indira Rosales San Román pende de un hilo, pues de verdad que los panistas de Veracruz están molestos y aseguran que no seguirán a Indira en ese camino ultraderechista.
Es claro que en este caso, Julen e Indira fueron los arquitectos de su propio destino. Solitos se embarcaron y desbarrancaron.
Y fue precisamente apenas ahora que Julen Rementería dejó salir libremente a retozar sus genes fascistas con sus hermanos españoles, que aquí en la aldea los azules se dieron cuenta de lo que tuvieron frente así y no lograron descifrar antes de que Julen se aliara y saliera del clóset con los ultraderechistas de la península Ibérica.
Hasta ahora entendieron los sabios bebedores de café que ese carácter irascible, el ceño fundido y cara de fastidio provenían en el espigado político porque en verdad siente correr por sus venas sangre azul y ser heredero de la casta divina de sus antepasados ultraderechistas españoles.
¿Algún día vieron a Julen rozarse con la plebe, caminar por alguna colonia popular o zona rural besando niños o mojándose los zapatos en las inundaciones? Entienden ahora los sabios bebedores de café porqué en la actualidad, nadie más enemigo de los Morenos que Julen Rementería. A nadie avergüenza más la raza de bronce que a Julen Rementería.
¿Cómo lo iba a hacer si su mente estaba en cosas más altas, selectivas, discriminadoras y superiores propia del color de su piel y de sus ojos? Por eso, cuando se le presentó la oportunidad de reencontrarse y rozarse con la casta divina de la ultraderecha española, dijo “de aquí soy”.
Julen -se veía claro- no se sentía de este mundo, sentía que no lo merecían los azules comunes y corrientes de Veracruz que ni siquiera como alcalde o diputado local se le vio satisfecho.
Su semblante siempre advirtió sentirse mucha pieza para los azules criollos cuyas endebles y tibias ideas de la derecha no le satisfacían.
Así que aunque esta mañana los 25 senadores hayan cerrado filas en torno a Julen Rementería y lo respaldaron para que siguiera al frente de la coordinación de la bancada azul lo cierto es que el tema ahí queda y saldrá a la luz cada vez que el senador intente dar un paso para llegar a un posterior poder.
La pregunta es, cuánto aguantará Julen y el PAN la presión por su desliz. Es claro que marcará una línea muy clara en el destino futuro nacional y local de Julen en lo personal y muy posiblemente de Indira Rosales San Román.
Las banderillas y el café lechero de hoy sin duda se las gana –y gratis- Julen Rementería e Indira San Román, pues cada quien es libre de expresar sus ideas y aquí a nadie se le señala por ello.
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