Sin embargo, lo que en realidad podría ser el problema es el tema financiero, ya que el Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, apenas a inicio de esta semana admitió que el proyecto sería muy difícil de concretar por el tema de los recursos económicos. Y es que el Tren Ligero tendría un costo aproximado de 3 mil 500 millones de pesos, y se requiere inversión municipal, estatal y federal… e incluso la participación de la iniciativa privada.
El propósito de AMLO -que debe ser el mismo del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez- es que no se queden obras inconclusas, por lo tanto, si no se tiene el Proyecto Ejecutivo ni claridad en el financiamiento que se requerirá, lo mejor sería esperar a que tengan luz verde o de plano matar al Tren Ligero de Xalapa.
Está claro que para el Presidente el proyecto no está muerto pues hoy aseguró que aún están en pláticas con el gobierno del Estado, y bajo esa perspectiva lo que faltaría sería, primero, contar con el “Proyecto Ejecutivo”.
La pregunta del millón entonces es, ¿En qué hamaca se tiró Elio Hernández Gutiérrez durante estos dos años que no pudo tener listo el Proyecto Ejecutivo? Porque una cosa es que no haya dinero y otra muy distinta que no se tengan los requisitos listos. Elio debió tener el Proyecto Ejecutivo desde hace muchísimo tiempo, para que si AMLO tuviera intenciones de apoyar a Veracruz con el recurso económico… no hubiera trabas por parte del Estado.
No se vale tener en la incertidumbre a quienes desde la demanda social, económica y turística, han empujado la construcción de esa obra, porque desde el punto de vista del colectivo ciudadano, el Tren Ligero de Xalapa está prácticamente descarrilado. |