En el primer año terminó con aceptación del 79%; el segundo año del 64%; y el tercer año del 71%. Todas ellas calificaciones positivas. Sin embargo, cuando se le pregunta a la sociedad sobre temas específicos de gobierno, ahí es donde la puerca tuerce el rabo y el patín patina.
En casi todos los rubros de gobierno, ya como calificaciones individuales, no hay alguno que destaque o se le acerque a la aceptación presidencial.
Lo anterior será primordial para la próxima batalla presidencial del 2024.
Este 2022 puede ir dando por descontado que la popularidad y aceptación de AMLO seguirá por las nubes y no disminuirá a menos que suceda alguna eventualidad fuera del presupuesto.
Pero si tomamos en cuenta que para este año se entregará el Aeropuerto Felipe Ángeles, una de sus obras insignias; y que se hará sí o sí, la Consulta para la Revocación del Mandato; entonces haga números y verá que tiene todo para seguir en primeras planas y brillar.
Así que por allí no habría problema. El tema, y es la pregunta que muchos analistas se hacen, es si le dará su popularidad para transmitírsela al candidato/a de MORENA en el 2024, sobre todo considerando que varias de sus corcholatas están en el mismo gabinete y que no tienen la aceptación de gobierno que tiene AMLO.
Es cierto que hoy, hoy, hoy, como dirían los clásicos, la oposición está moralmente derrotada… pero si las cosas se le siguen complicando y personajes como Ricardo Monreal le siguen incendiando el pasto, podría tener una elección 2024 muy complicada. |