Señala que la sucesión adelantada ha provocado una guerra temprana, pero en esa guerra solo se ven dos bandos… el de él, un peleador callejero radical, y los demás, que están esperando las reglas y están alineados, queriéndose sin mascarse, pero también sin morderse.
Y como Monreal es exquisito en tirar la piedra y esconder la mano, luego de dar una larga e incómoda entrevista para MORENA en el periódico Reforma (medio de comunicación nada apreciado por AMLO), sale este mismo lunes a querer lamer la herida y jurarle amor al Presidente.
Ricardo Monreal tuiteó “El proceso de transformación implica opiniones diversas y hasta encontradas; en una democracia es natural. Sostendremos nuestra posición, nadie se debe alterar ni ofuscar; continuaremos para lograr un país con justicia y paz. Por eso luchamos, no abandonaremos nuestra esencia… Hace casi un cuarto de siglo inicié una larga travesía de lucha política con el Lic. Andrés Manuel López Obrador para transformar las instituciones de la nación. Fue la mejor decisión; nunca confrontaré al presidente ni me alejaré de mis ideales por un mejor país. ¡Viva México!”.
O lo que es lo mismo “háganle como quieran, yo seguiré montado en mi macho… eso sí, con todo respeto señor presidente”.
Lo cierto es que las reglas están claras, será la consulta la que decida al candidato/a de MORENA a la presidencia en el 2024, y hoy, hoy, hoy, Ricardo Monreal está lejos, muy lejos de ganar cualquier encuesta, pues en ninguna está ni siquiera a la mitad de aceptación de los punteros.
Ricardo Monreal es hoy un mal necesario en MORENA pues es un buen operador político. Pero como él mismo dice, no haciéndose cada día más radical logrará la candidatura que tanto anhela. |