No fue sino hasta el actual gobierno, cuando desde la Secretaría de Finanzas, a cargo de José Luis Lima Franco, se tomó en serio el tema y se comenzó a pagar a los contratistas y acreedores.
Por eso, el que se anuncie el día de hoy que se sigue saldando el adeudo histórico a propietarios de inmuebles de Oficinas de Hacienda, debería ser digno de reconocer por diferentes razones. La primera porque son adeudos que mantenían en aprietos a los arrendadores de edificios y porque no sólo se necesitaba disciplina financiera para hacer los pagos, sino también intención y voluntad de hacerlo.
En total, el pasivo heredado de administraciones anteriores era con 54 arrendadores; pero gracias al saneamiento de las finanzas fue posible canalizar los recursos para atender la situación, y ese fue el compromiso que asumió el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y que se está logrando cumplir en SEFIPLAN.
Había adeudos que datan desde el 2016… ¡Imagínese usted, casi seis años después se fue haciendo el saneamiento! Y no es cuestión de mover una varita mágica y listo. En realidad es mucho más complejo pues se debió pagar lo atrasado al tiempo que se continuó pagando lo presente. Y, aunque usted no lo crea no todas las deudas que se dice existen, no todas lo son, muchas empresas no han logrado aún demostrar que los adeudos fueron reales. Al menos es lo que se puede deducir, puesto que de otra manera, los acreedores ya hubieran buscado las vías legales de pago. Claro eso es lo que no se ha dicho a la luz pública, pero sino por qué. Algo debe haber bajo la alfombra y se sabe en los pasillos de Sefiplán. ¿Será?
De los 54 arrendadores con los que se tenía adeudo, hasta el momento, ya 40 dueños han recibido el monto correspondiente; sin embargo, el compromiso es liquidar a todos antes de concluir el presente sexenio.
En momentos complicados por la política, los resultados son más importantes y estos se están dando a través de algunas secretarías como la SEFIPLAN. ¡Bien! |