El problema es que mientras estemos a media tabla, tanto en inseguridad como en observaciones, al pueblo solo le quedan dos opciones, ver el vaso medio lleno o verlo medio vacío, y allí es cuando entran las filias y las fobias.
Por ejemplo, luego de que se informó que Veracruz ocupaba el lugar 13 de las entidades observadas con 157.3 millones de pesos por aclarar en los próximos 30 días hábiles, no faltaron las voces que en lugar de señalar la clara tendencia en la disminución de las observaciones, se enfocaron tan solo en decir “entonces somos el lugar 13 menos corrupto”.
La dialéctica al parecer tiene mucho campo para donde hacerse, y sí, se puede decir que somos el 13 menos corrupto, o el 13 más honrado. Las dos oraciones caben.
Lo que sí es un hecho es que la gráfica presentada por Cuitláhuac García Jiménez es brutal. Si comparamos lo observado en el 2020 al gobierno de Cuitláhuac, con lo que se le observó el último año al gobierno de Javier Duarte, no llega lo observado ahora ni al 1% de lo que Javier Duarte y sus amigos no pudieron comprobar.
Y si lo comparamos con lo que se le señaló a Miguel Ángel Yunes Linares, tampoco llega ni siquiera al 10% de lo que se observó en el último año de Miyuli.
¿Lo anterior es bueno? Sí, por supuesto… ¿Es lo ideal? No. Lo ideal sería que hubiera cero observaciones y aunque hubiera cero observaciones tampoco faltarían los escépticos que asegurarían que es porque la Auditoría Superior de la Federación está haciendo mal su trabajo.
¿El que los niveles de violencia en Veracruz hayan disminuido es bueno? Por supuesto, pero hasta que no tengamos tasa cero no habrá forma de que todas las voces se unan.
Cuitláhuac García Jiménez se quejaba de que los medios no destacan esta disminución en los niveles de violencia o de observaciones… pero no es así, sí lo hacen, solo que unos ven el vaso medio lleno y otros lo ven medio vacío.
Usted, ¿Cómo lo ve? |