La presión pública se encuentra a tope y caliente por falta de claridad y dudas, sobre todo luego de que trascendieron a la luz pública las presiones del Fiscal Gertz Manero a Gómez Trejo, y que familiares y abogados de los 43 jóvenes desaparecidos fueron informados de viva voz de este último.
Es decir, por alguna razón Gertz Manero tenía prisa por llevar a Murillo Karam y a un grupo de militares ante el juez y aprovechó que Gómez Trejo estaba en Israel por el tema relacionado con la extradición de Tomás Zerón, -segundo de a bordo de Murillo Karam-, para que otra unidad distinta a la Fiscalía de Gómez Trejo se encargara del caso.
La gota que derramó ha sido el desistimiento para que se cumplimentaran 21 de las 83 órdenes de aprehensión giradas por un juez en agosto pasado de las que 16 de ellas correspondían a elementos del Ejército Nacional.
Pero sin duda que falta conocer cuáles fueron los desacuerdos puntuales y en qué cosas Gertz Manero quiso imponer su criterio en el actuar del Fiscal Gómez Trejo, pues ahí en ello se podría saber quién o para quiénes se tejía la impunidad y de parte de quién.
El caso arde en el país, sobre todo porque la renuncia del Fiscal de ninguna manera podría verse como un hecho aislado sobre todo por los momentos políticos que se viven en el país relacionados con un intenso debate entre las fuerzas conservadoras del país y la permanencia del Ejército en las calles en acciones de seguridad pública.
Al momento, el Caso Ayotzinapa se encuentra en un punto de inflexión, el más álgido quizá a 8 años de la masacre.
Lo curioso es que desde todas partes se habla de impunidad sin que a la fecha sea posible saber a quién o para quiénes se teje la impunidad. |