Así que para aquellos que decían que el Órgano de Fiscalización Superior iba perdonar a la familia Yunes, pues al parecer no es así, pues ni perdonó, ni ayudó, ni tampoco perjudicó, solamente hizo su trabajo la auditora Delia González Cobos.
Al fin contadora, Delia González aplica la frase “papelito habla”, y si en las comprobaciones contables, los peritajes técnicos y demás trabajos de auditoria, los números no cuadran, pues no hay de otra, salvo registrarlo e informarlo.
De acuerdo con el Informe de la Cuenta Pública 2021, el Orfis le detectó a Fernando Yunes 5 observaciones de carácter financiero con un presunto daño patrimonial de 113 millones 597 mil 617 pesos con 85 centavos.
A eso hay que sumarle 6 observaciones de la obra pública también con un presunto daño patrimonial por un monto de 3 millones 909 mil 425 pesos con 19 centavos. Sumados ambos montos es que superan los 117 millones de pesos.
El informe resalta que no fue en la obra pública donde tiene más problemas la administración de Fernando Yunes, sino más bien en una serie de contratos y el manejo de los recursos públicos.
Y es que entre las observaciones, resalta que hizo transferencias por 54 millones de pesos a la empresa LAYNHER ESTEVIA, S.A. de C.V. por concepto de “Plan Privado de Pensiones”, empresa de reciente creación y en donde no se podría comprobar fehacientemente lo realizado. Veremos. |