Lilly Téllez insultó a todo aquel senador que adelantaba estaría a favor de la Reforma Constitucional para que las fuerzas armadas permanecieran realizando labores de seguridad pública hasta el 2028. No respetó ni a sus compañeras senadoras, por ser mujeres, pues barrió parejo. Les dijo “hienas”, “perros”, “corruptos”. “Sentados y callados esperen sus croquetas… corruptos, hienas y ceros a la izquierda”, sentenció.
Al Senador Napoleón Gómez Urrutia, quien pidió a la Senadora guardar la compostura, Lilly Téllez le ordenó con el dedo índice en alto: ‘Usted estése quieto… cállese… Quédese calladito’, ‘¡Que se siente le digo! Y cállese que es mi turno’… ‘Sentadito y calladito y espere sus croquetas’.
La senadora Lucía Trasviña encaró a Lilly Téllez, se defendió de lo que consideró ofensas e infundios de la panista y le pidió respeto a las de su mismo género. La senadora Trasviña fue hasta la tribuna y la encaró, con la voz temblorosa y las piernas temblando de enojo le dijo: “Yo no soy hiena, respétame, soy abuela, soy una mujer como tú”. Téllez la encaró a pie firme y le repitió: ¡Eres corrupta! ¡Eres corrupta! ¡Eres corrupta!
Lo que sí es un hecho, es que más allá de que Usted pueda pensar de que ganó o perdió México con lo votado en el Senado, la senadora Lilly Téllez evidenció una mala imagen de soberbia.
Si en algún momento el discurso asertivo de la Senadora fue bien recibido por la oposición, el de ayer fue todo lo contrario.
Se exhibió y de fea manera.
Sin duda que Lilly Téllez, ayer, políticamente fue la gran perdedora. |