Bueno, sobre ese tamal estuvieron comentando hoy los sabios bebedores de café, quienes apuestan doble contra sencillo un café lechero a que no habrá “Debate”. Éntrele, haga su apuesta, los sabios bebedores de café lo soportan.
Y es que la Ley Electoral es muy clara, demasiado clara y demasiado rígida en los temas de “debates”.
No veremos -ni lo espere- un verdadero debate al estilo Estados Unidos donde los aspirantes a un puesto de elección contrastan ideas; aquí los “debates” son insípidos y si acaso se espera escuchar patochadas que levanten el rating al estilo “cállate chachalaca”, “Ricky, rickyn, canallín”, u otras por estilo, pero no un debate real.
Todo eso lo saben las Corcholatas, y lo sabe el INE, y lo sabe AMLO. Por eso es que no habrá “Debate”. Lo que sí habrá, seguramente, será algún esquema similar con el que se quiera buscarle la vuelta a la Ley Electoral.
En lugar de “Debate” puede Usted esperar figuras como “Diálogos”, “Encuentros”, “Conferencias”, “Mesas abiertas”, o cualquier otro esquema, y muy seguramente no habrá solo uno, habrá varios Diálogos o Encuentros en diferentes zonas del país o en las principales ciudades.
Así, no dude que a partir del 2023 veamos a las corcholatas en un furibundo desfile por todo el país, haciendo como que debaten (pero con otro nombre), sin renunciar a sus puestos y en plena precampaña violatoria de la Ley Electoral. Todo lo anterior, protegidos por el manto protector del Plan B de la Reforma Electoral.
¿Lo duda? Apuéstele.
Canillazos duros a los que todavía creen que a los niños que se portan bien, les traen regalos los Reyes Magos. |