Es un 14 por ciento de diferencia, que en el Estado de México, podría representar alrededor de 800 mil votos, cosa nada fácil de revertir en una semana a menos que pase un cataclismo.
Las campañas del Estado de México parecieron no ser factor, pues al inicio de las mismas, Delfina Gómez tenía el 57% y Alejandra del Moral el 41%, por lo que después de tres meses, el que se hayan movido las preferencias solo el 2%, resulta marginal.
A estas alturas bien valdría la pena reflexionar de qué tamaño es la molestia y enojo de los electores contra los partidos PRI, PAN y PRD, que se están decantando en mayoría por candidatos que difícilmente pueden hablar en público.
Y es que Delfina Gómez se llevó toda su campaña jugando a la defensiva, sin exponerse en lo más mínimo y ni siquiera haciendo propuestas específicas… si fuera futbolista, bien hubiera podido estar en la selección italiana, pues se encerró en su ventaja y no dio margen de error.
Tanto, que incluso en su cierre de campaña no se permitió ni siquiera la más mínima improvisación, pues leyó el discurso sin salirse del guión.
Son políticos muy, pero muy distintos a los que estaba acostumbrado México, con una pobre retórica y que apenas hilan ideas sin equivocarse… pero es lo que hay, y los partidos ahora de oposición, no pueden con eso y con decenas de años de rencor y haber olvidado al pueblo. |